_
_
_
_
_

España y Marruecos acuerdan normalizar plenamente sus relaciones antes de fin de año

Rabat espera que Madrid "apoye todos los esfuerzos" para una solución en el Sáhara

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Ramón Gil-Casares, y el ministro delegado de Exteriores de Marruecos, Taieb Fassi-Fihri, acordaron ayer un plan de reuniones de los grupos de trabajo que desbrocen los graves problemas bilaterales registrados desde octubre de 2001 y de intercambio de visitas entre respectivos dirigentes con vistas a celebrar una Reunión de Alto Nivel (RAN) antes de que concluya este año, según afirmó Gil-Casares. La RAN marcaría la plena normalización de las relaciones entre los dos países.

Fassi-Fihri viajó ayer a Madrid para celebrar la segunda reunión del grupo político, el más importante de los cinco creados el pasado 12 de diciembre en Madrid, cuando el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, y su colega española, Ana Palacio, acordaron cerrar la crisis bilateral más grave desde los años setenta, que culminó con la ocupación del islote de Perejil por Marruecos el año pasado.

Los otros grupos de trabajo en marcha, sobre inmigración, cooperación, relaciones económicas y delimitación de aguas territoriales, se han reunido ya tres veces. El ministro delegado de Marruecos llegó a Madrid el sábado y permaneció todo el día de ayer. Además de reunirse con Gil-Casares, almorzó y cenó con Palacio. Las conversaciones adquirieron así una extensión comparable a la importancia de los problemas tratados, aunque sus protagonistas fueron parcos a la hora de explicar los resultados concretos.

En la rueda de prensa celebrada en torno a las 14.00 horas, el secretario de Estado y el ministro adjunto ni siquiera pudieron anunciar una fecha para que el primer ministro marroquí, Driss Jettu, venga a Madrid y acuerde con el presidente del Gobierno, José María Aznar, el día exacto de la RAN, que, según el sistema de alternancias previsto por el Tratado de Amistad y Cooperación entre los dos países, se celebrará en Marruecos. La parte española esperaba, sin embargo, cerrar esa cita antes de que Fassi-Fihri regresara a Rabat. Está previsto que, previamente, viaje a España el ministro de Interior marroquí, Mustafá Shel, y a Marruecos, el ministro de Economía y vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato.

El conflicto del Sáhara concentró la mayor parte del diálogo de la mañana. Fassi-Fihri aseguró que no pedirá a España ni "a nadie" que cambie de posición y que el Gobierno español "está de acuerdo" en la necesidad de llegar a un compromiso "cuanto antes" a partir de la propuesta que el enviado especial de la ONU, James Baker, hará al Consejo de Seguridad el próximo día 19.

Marruecos espera que el disenso entre los dos países sobre este tema clave se diluya al calor de las relaciones que Madrid ha desarrollado con Washington, gran aliado de Rabat, durante la crisis de Irak. Las diferencias entre los dos países vecinos quedaron, no obstante, ayer de manifiesto cuando Fassi-Fihri afirmó que "el Polisario no representa a la totalidad de la población saharaui, ya que hay miles de marroquíes que viven en el Sáhara". Mientras no diga lo contrario, el Gobierno español sigue manteniendo que cualquier acuerdo sobre el Sáhara deberá ser aceptado por el Polisario.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Taieb Fassi-Fihri (izquierda) y Francisco Gil-Casares, durante la rueda de prensa posterior a su encuentro.
Taieb Fassi-Fihri (izquierda) y Francisco Gil-Casares, durante la rueda de prensa posterior a su encuentro.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_