Sainz acaba segundo, tras Gronholm
Carlos Sainz y Citroën, en vez de con la victoria, posible por un instante, tuvieron que conformarse con una segunda posición, por detrás del finlandés Marcus Groholm, el piloto de Peugeot, al final del Rally de Argentina. Para Citroën, todo cambió en algunos minutos el sábado por la tarde en los últimos momentos de una jornada de locura. Tras una sucesión de desgracias, de anulaciones de pruebas especiales, de interrupciones, Sainz parecía en condiciones de ganar la carrera y sumar así su 26ª victoria en el Mundial, un récord.
Sin embargo, Sainz, uno de los pilotos más experimentados, con 170 rallies a sus espaldas, perdía sus ilusiones con un error de peso. "Creí que Marc Martí me hacía un signo de avanzar y, en cambio, él dice que me indicaba que esperara", confesó el español. La consecuencia fue que Sainz entró en la zona de control horario con antelación por un malentendido con su copiloto y fue penalizado con un minuto, perdiendo la primera posición. El shock fue brutal.
Aun así, ayer, en la última etapa, quedó patente que Sainz no había tirado la toalla. Al contrario, atacó en todos los tramos con la intención de recuperar el terreno perdido. Ganador este año en Turquía, tuvo la primera buena noticia en el primer tramo, cuando Markko Martin (Ford), el líder, abandonó por problemas mecánicos. Gronholm pasó entonces a dominar el rally, con Sainz en la segunda posición.
El madrileño mantuvo una dura batalla con el británico Richard Burns, con el que se fue intercambiando la segunda y la tercera posición. El duelo se saldó sólo en el último tramo, en el que Sainz recuperó el segundo puesto y Burns cedió medio minuto.
