Los sindicatos endurecen su oposición a las reformas de Schröder
El conflicto entre los sindicatos alemanes y el canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, sobre los planes del Gobierno federal de recortar las prestaciones sociales se agudiza. Tras un desayuno de tres cuartos de hora en la cancillería en Berlín, el presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), Michael Sommer, y Schröder constataron ayer que no se produjo la menor aproximación en sus posturas.
Schröder insiste en llevar adelante la llamada Agenda 2010 con sus recortes sociales a los parados, a las prestaciones en caso de enfermedad y con una mayor facilidad para el despido. Sommer insistió en la oposición de los sindicatos al "desmantelamiento del Estado social".
El conflicto subió de temperatura cuando se anunció ayer en Berlín que los dirigentes sindicales socialdemócratas anulaban una reunión prevista para la tarde con la cúpula dirigente del partido (SPD), convocada para aproximar posiciones. Schröder pudo acudir al desayuno con el jefe sindical Sommer con el viento a favor. La noche anterior, en Núremberg (Baviera), el canciller supo ganarse el apoyo de los 800 asistentes a la segunda conferencia regional del SPD para preparar al partido ante el congreso extraordinario del 1 de junio en el que se debatirán los planes de recortes sociales del Gobierno federal.
Consiguió Schröder convencer a sus compañeros del sur de Alemania (de Baviera, Baden-Württemberg y Hesse) de que "alejarse de la realidad y no reconocerla ha hundido a otros partidos socialdemócratas en Europa" y que "los que hicieron las reformas conservan el poder". Varios dirigentes bávaros del SPD se contuvieron a la hora de criticar a Schröder que, en Baviera, "jugó un cómodo partido en casa", según el responsable del SPD bávaro, Wolfgang Hoderlin.
El desayuno de Schröder con Sommer salió peor. El canciller reconoció que no hubo "ningún movimiento" y se limitaron a intercambiar puntos de vista. Sommer insistió en sus ideas repetidas todos estos días de que los sindicatos mantienen su postura crítica de oposición a la Agenda 2010 y exige correcciones en los planes de reforma del sistema social: "Espero que el canciller vea que no puede seguir adelante con la agenda. Lo que se necesita son medidas contra el paro y no un desmantelamiento social".
Alguno cayó ayer en la cuenta en Berlín de un detalle perverso y comentó que la cita entre Schröder y Sommer coincidió con el 29º aniversario de la dimisión de Willy Brandt, el primer canciller socialdemócrata de la República Federal de Alemania.
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