Una plaza pública 'hipotecada'

La plaza más céntrica de Guardamar del Segura se encuentra hipotecada. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, ha aprobado una moción que autoriza a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ingepark a realizar una garantía hipotecaria sobre el futuro aparcamiento que construirá en este emplazamiento. El PSPV se opone al acuerdo por entender que con esta fórmula "se hipoteca la plaza del pueblo", y exige en su lugar que las mercantiles obtengan el préstamo avalando propiedades que sean suyas, no públicas.

El aparcamiento que se construirá en el centro de Guardamar del Segura nace con polémica. La adjudicación ya levantó en su día airadas críticas por parte de los socialistas, ya que la UTE beneficiaria, Ingepark, modificó el proyecto para construir una sobreplanta que disparó el presupuesto. "La cuantía inicial apenas superaba el millón de euros y con esta modificación se duplicó la inversión. En este sentido, no se trató con igualdad de condiciones a todas las empresas que optaron al concurso", denuncia el portavoz del grupo municipal socialista, Manuel Aldeguer. Dentro de la UTE que ganó el concurso figura, además, la mercantil Jost, una empresa afín del Ayuntamiento que, según el PSPV, ha recibido la contrata de todas las grandes obras ejecutadas en este mandato.

Un banco sería el propietario si la firma no cumple con el préstamo

Los socialistas insisten en que el procedimiento que se siguió para desarrollar esta actuación urbanística se ha visto envuelto en una sombra de sospecha, pero la incertidumbre se agravó cuando Ingepark se dirigió al Consistorio para que le permitiera solicitar un préstamo hipotecario por un importe de 1.350.000 euros, avalando la futura construcción.

El 31 de marzo, la Corporación municipal se reunió en un pleno extraordinario para aprobar esta autorización, con el voto favorable del PP y del grupo mixto.

El PSPV se opuso con firmeza a esta solución y alegó que de esta forma "se hipoteca la plaza del pueblo". "Consideramos más idóneo que en el supuesto de que no se disponga de la liquidez suficiente para la realización de esta obra o bien para el pago del importe correspondiente a la adquisición de los derechos de aparcamiento se hipotequen los propios bienes de los interesados", expresó en el pleno Manuel Aldeguer.

La idea fue rechazada por el PP y ahora el futuro de la plaza pública depende de la solvencia que demuestren las empresas que han formado la unión temporal.

Si Ingerpark no hace frente a la carga, el aparcamiento, que constará de dos plantas subterráneas y otra elevada, pasará a pertenecer a un banco.