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Los cuadros que Wifredo Lam conservó se exponen en España

El Círculo de Bellas Artes abre una muestra itinerante con su colección de obras propias

Las pinturas, dibujos y grabados que el pintor cubano Wifredo Lam (1902-1982) conservó a lo largo de su vida forman la exposición Cartografía íntima, presentada ayer en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid (Alcalá, 42). El montaje selecciona 70 obras que descubren el itinerario y evolución de su obra artística, desde su estancia en España en los años veinte hasta la década de los cincuenta. La muestra prolonga los actos del centenario del nacimiento del artista y se verá por primera vez durante un año en Madrid, Santillana del Mar, A Coruña, Cuenca, Tenerife y Valencia.

Las obras que forman la exposición Cartografía íntima, organizada por el Círculo de Bellas Artes, en colaboración con la Obra Social de Caja Cantabria, pertenecen a los familiares de Wifredo Lam. El sobrino nieto del pintor, Juan Castillo, declaró ayer que España era el destino más adecuado para presentar la colección personal del artista, ya que en este país vivió durante 14 años. Son pinturas, dibujos y grabados de mediano y pequeño formato que nunca quiso vender y conservaba en sus distintos estudios, hasta que cerró el taller de La Habana y se instaló en Europa.

El centenario del nacimiento de Wifredo Lam, el pasado mes de diciembre, se prolonga con esta iniciativa del Círculo de Bellas Artes al presentar unos materiales inéditos que no han salido hasta ahora de Cuba. La muestra tiene también un carácter de homenaje, según el director, César Antonio Molina, ya que en los documentos del Círculo figura una exposición de Lam en 1932. "Es un gran homenaje que aporta además nuevos datos de su evolución artística entre los años veinte y cincuenta". Tras su exhibición en Madrid, hasta el 11 de junio, pasará en octubre al palacio de Caja Cantabria en Santillana del Mar (Cantabria) y otras ciudades de España y de Europa.

El crítico cubano José Manuel Noceda, autor de una reciente monografía sobre Lam y comisario de la exposición junto con Xosé Luis García Canido, declaró ayer que las grandes exposiciones sobre el pintor en los años noventa (Madrid, Barcelona y otras ciudades europeas) "repiten lamentablemente el mismo esquema conceptual" y para evitar la reiteración propone una revisión de la "obra amplia y polémica" de Lam desde múltiples perspectivas. "Esta exposición muestra un Lam diferente, no el artista consolidado con obras sólidas sino cómo se bifurcan los múltiples senderos del artista desde las primeras copias que hace en su ciudad natal hasta los años cincuenta".

José Manuel Noceda añade que la exposición que se verá en España presenta una serie de facetas casi desconocidas de la labor personal del artista, como las piezas de témpera sobre papel de hacia 1937, hechas en España, que se aproximan a un modernismo temprano. También destaca un par de retratos de su compañera Helena Holzer, y las obras del periodo cubano que pertenecen ya a un artista consolidado. También se han reunido los originales de una serie de ilustraciones que después aparecen en catálogos y revistas.

Xosé Luis García Canido, también comisario, coordinador de artes plásticas del Círculo de Bellas Artes, describe en el catálogo un viaje a Cuba para investigar las figuras de José Lezama Lima (para una exposición montada en el Círculo el año pasado) y de Wifredo Lam, que descubren "una realidad cubana universal sin renunciar a sus esencias singulares". En La Habana conoció la colección privada que Lam dejó a sus familires cubanos. "Son cuadros que Lam jamás quiso vender y que le acompañaron a lo largo de su vida, en sus constantes viajes de un estudio a otro. Trazan un fiel y revelador itinerario de lo que supuso la evolución de la obra de Lam desde su estancia en España hasta la década de los cincuenta, tras su retorno a Cuba".

La exposición arranca de su viaje a España tras obtener en 1923 una beca del Ayuntamiento de su pueblo natal, Sagua La Grande, y sus continuas visitas al Museo del Prado, donde le atraen especialmente los cuadros de El Bosco, Brueghel el Viejo, Goya, Velázquez y Zurbarán. En España permaneció más de 14 años, hasta 1938, en que sale hacia Portbou un día antes de la caída de Barcelona. Durante la guerra, integra el Quinto Regimiento de las Milicias y forma parte de las Brigadas Artísticas Internacionales en la defensa de Madrid.

García Canido señala que se quedó en España, en lugar de su idea inicial de París, por el descubrimiento de un pueblo lleno de humanidad, según sus palabras, el amor por Eva Piriz, su matrimonio, el nacimiento de su hijo, la muerte de ambos por tuberculosis y la Guerra Civil, además de su segunda exposición en Madrid, en 1932, en el Círculo de Bellas Artes. Un cuadro de aquella época, Desnudo de mujer con

las manos en alto, también figura en esta exposición, que termina con las obras realizadas en Cuba en los años cincuenta, tras recorrer el París de las vanguardias (donde conoce a Picasso) y del surrealismo (Breton), su estancia en Marsella, tras la invasión alemana de París, y en la Martinica, con Claude Lévi-Strauss.

El cuadro <i>Desnudo de mujer alada en el país del abanico, </i>hacia 1941, de Wifredo Lam, que figura en la exposición <i>Cartografía íntima.</i>
El cuadro Desnudo de mujer alada en el país del abanico, hacia 1941, de Wifredo Lam, que figura en la exposición Cartografía íntima.

"Un hombre querido"

"Nosotros concebimos esta presencia en España como parte del centenario de Wifredo Lam. Estamos inmersos en el trabajo de investigación, promoción y difusión de su obra, y no hemos tenido dificultades en hacerlo, con varios actos en La Habana. Lam es un hombre respetado, querido, nuestro artista plástico más universal", declaró Juan Castillo, sobrino nieto de Lam, que conserva la colección privada del pintor que ahora se expone en Madrid. Sobre la situación en Cuba, la represión política del régimen y las protestas de los intelectuales, dijo: "Yo no soy político, soy un interlocutor cultural y prefiero no manifestarme sobre este asunto". Algunas de las obras expuestas han sido prestadas para formar una sala dedicada a Lam en el centro que lleva el nombre del artista en La Habana, según comentó su directora, Hilda Rodríguez. Destacó los vínculos del artista con España (la muestra visitará también Cuenca, donde vivió un tiempo), con Picasso y con el surrealismo, como se puede apreciar en estas obras que el pintor quiso tener siempre cerca. La exposición se completa con un conjunto de fotografías con los momentos singulares de su biografía y los personajes que conoció. También se recogen en el catálogo, donde aparecen estudios de los comisarios junto a un texto del pintor sobre su amistad con Picasso y otros testimonios de María Zambrano, Pierre Mabille, André Breton, Benjamin Péret, Aimé Césaire, Tristan Tzara y Gerardo Mosquera.

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