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Los sindicatos exigen más medidas coercitivas para frenar la siniestralidad laboral

Una treintena de trabajadores ha muerto en el País Vasco en lo que va de año

Con motivo del Día Internacional de la Seguridad Laboral, y para protestar contra la siniestralidad, numerosas concentraciones y actos de protesta han sido convocados en el País Vasco. El último accidente mortal ocurrió el pasado martes, en el viaducto de Ubera, que cruza la carretera de Bergara a Elgeta, en Guipúzcoa, y el operario muerto añadió su nombre a los otros seis fallecidos desde que comenzó la construcción de la autopista Eibar-Vitoria.

Durante enero y febrero de este año han perdido la vida en el País Vasco 23 trabajadores, según datos oficiales, y en marzo y lo que va de abril se han contabilizado al menos otra decena de fallecimientos. Pero la cifra puede ser superior ya que Osalan (Instituto Vasco de Salud Laboral) no dispone aún del dato. El pasado año hubo más de 116.000 accidentes laborales en Euskadi, de los que 104 fueron mortales, un 6% más que en 2001. Además, los sindicatos presagian que este año la cifra será mayor. Cada tres días hay un trabajador muerto y cada dos, un par de empleados sufre un accidente. Así son las duras estadísticas, pero detrás de cada número hay una persona que salió de casa un día para trabajar y no volvió.

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Joven y subcontratado

El perfil de las víctimas es el de un hombre con una media de 24 años, que trabaja para una subcontrata, a menudo en una empresa pequeña, y en la construcción. Este sector registra el mayor porcentaje de accidentes, que el pasado año contabilizó un 5% más que en 2001. O lo que es igual, 15 de cada 100 empleados de la construcción sufrieron un accidente en 2002, según remarca Inma López, responsable de Salud Laboral de UGT-Euskadi. "Parece que nos dan datos reales, pero no es así. Desde la Ley de Reducción de Riesgos Laborales, la situación ha empeorado y la cifra de muertos se ha disparado. Los accidentes menos graves puede que bajen pero los mortales aumentan", señala.

Su homólogo en Comisiones Obreras, Jesús Uzkudun, duda de que, como muestran los datos de Osalan, baje la cifra de siniestros leves. "No se corresponde con la realidad que aumenten los mortales y se reduzcan los leves. No tiene más lógica que la de la ocultación", asegura. En su opinión, las empresas con un número muy alto de siniestros leves se sitúan en el punto de mira del Plan del Gobierno vasco contra la Siniestralidad Laboral, por lo que les sale más rentable pagar las vacaciones del trabajador herido que informar del caso.

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"El consejero Joseba Azkarraga habla de mayor compromiso de la Administración con las obras públicas pero no se cumple. Ahí está la última víctima laboral en la Eibar-Vitoria y van siete. Hacen falta medias disuasorias y coercitivas para las empresas. El empresario debe saber que le están buscando", dice Uzkudun.

Ambos están de acuerdo que la mayoría de los siniestros se pueden prevenir. Fuentes del sindicato ELA han señalado que habría que implantar un sistema que acredite "qué empresa se está tomando en serio la gestión de riesgos y cuál no". ELA y LAB denunciarán mañana en sus concentraciones la alta siniestralidad en obras de promoción pública.

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