_
_
_
_
_

'Fronteras' reúne en Vitoria parte de la creación de los últimos veinte años

Agustín Ibarrola y Jorge Girbau muestran su obra al aire libre

La Fundación Sancho el Sabio acaba de concluir la restauración de sus jardines y para presentarlos en sociedad qué mejor que la obra escultórica de Agustín Ibarrola (Bilbao, 1930) y Jorge Girbau (Oviedo,1958). Estas piezas en hierro son el principio de la dedicación de estos jardines vitorianos a la exhibición de esculturas al aire libre. La muestra es parte de la exposición Fronteras, organizada por la Caja Vital.

Ubicada en el centro de la capital alavesa, en el número 2 del Paseo de La Senda, la Fundación Sancho el Sabio es uno de los principales activos de las actividades culturales de la Caja Vital. La entidad de ahorro presentó ayer la exposición Fronteras, que recoge la obra de creadores españoles de distintas generaciones en los últimos veinte años.

Desde Agustín Ibarrola hasta Lidó Rico (Yecla, Murcia, 1968), esta colectiva ofrece una conversación múltiple entre pintores y escultores imprescindibles en el último cuarto de siglo. Ahí están, además de los citados, Guillermo Pérez Villalta, Paco García Barcos, Juan Sotomayor, Carlos Pazos, Víctor Mira, Teo González, Fernando Sinaga y los hermanos Roscubas.

La cita comienza en la sala Luis de Ajuria (General Álava, 7) donde dialogan pinturas y esculturas de artistas dispares. "Hemos querido destacar la sutil línea que separa y une a los artistas contemporáneos en su creación", comentó Jorge Girbau en la presentación de la exposición. De ahí el título de Fronteras, que busca "la tensión de los límites en la sabiduría de cada artista", en palabras de Girbau.

El comisario de la exposición es el galerista aragonés Fernando Latorre. A la hora de explicar la selección de obras, Latorre recurre al enfrentamiento de contrarios, a la conversación entre aportaciones originales de estas distintas experiencias. "Por ejemplo, de Pérez Villalta hemos elegido una escultura mueble, el Sagrario de las doce puertas, un objeto que se enfrenta a los collages personales de Carlos Pazos", explica.

Estos dos artistas tienen la misma edad, pero junto a ellos se ofrece el trabajo de Lidó Rico, una labor escultórica que trabaja con el cuerpo humano (tan apreciado por los dos anteriores), a partir de un realismo irónico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Desde otra perspectiva, bien alejada, Paco García Barcos también se interesa por el cuerpo humano, que aquí adquiere tintes grotescos. Muy cerca está la aportación simbolista de Víctor Mira, las lucubraciones puntillistas de Teo González, las geometrías de Juan Sotomayor o las sugerencias barrocas de los Roscubas.

El paseo por esta Frontera tiene su fin en los jardines de la Sancho el Sabio. Aquí, Agustín Ibarrola ("Estoy encantado de que gente más joven quiera colaborar conmigo", comentó con la dignidad que le caracteriza) presenta la pieza más contundente: Comunicación entre dos huecos. Jorge Girbau, por su parte, aporta varias piezas en las que viene trabajando últimamente, que ofrecen una mirada nueva a piezas domésticas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_