Rajoy exige al PSOE que diga si quiere cambiar el modelo constitucional del Estado

Por el tono de voz y el arranque de definición mesurada de lo que debe y no debe hacer un Gobierno, resultaba difícil imaginar que las más aceradas críticas al PSOE y a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, iban a ser pronunciadas por Mariano Rajoy, vicepresidente primero. Rajoy exigió a Zapatero que diga si quiere cambiar el modelo de Estado que define la Constitución, le pidió que proclame que no quiere hacerlo y, de lo contrario, que explique "claramente" qué quiere cambiar. A renglón seguido, Rajoy tildó a Zapatero de político "irrelevante", que vive sólo del accidente del Prestige y de la guerra de Irak. Y le reclamó que, "por salud democrática del país", aporte, si la tiene, "alguna idea" concreta.

El método de Rajoy consiste en exponer primero cómo deben ser "razonablemente" las cosas y a renglón seguido inferir que así es, justamente, cómo no las hace el PSOE. Así, subrayó que lo más debatido en la Constitución fue determinar cuál debía ser el modelo de Estado "y se fijó uno que no era el de nadie sino el resultado de un pacto". Por eso, "ese modelo no se debe cambiar: es el que hay". El PP no lo va a cambiar y, según Rajoy, "sería deseable que el primer partido de la oposición mantuviera este mismo criterio" y lo hiciera público sin sombra de duda.

Era su manera de decir que el PSOE no tiene una posición tan clara como el PP en este asunto. "Sería bueno que explicara con claridad cuál es su modelo para que supiéramos cuáles van a ser las reglas del juego de cara al futuro" si el primer partido de la oposición avanza como pronostican las encuestas y vuelve a gobernar España. El PSOE ha expuesto reiteradamente que hay que reformar el Senado para dar más peso a las autonomías, y el PSC propugna una reforma del Estatuto de autonomía de Cataluña que, según mantiene, es posible sin necesidad de modificar el modelo constitucional.

En todo caso, Rajoy pronosticó como impensable que el PSOE llegue al Gobierno, pues su líder sería un político "irrelevante" si no tuviera el discurso de la catástrofe del Prestige y de la guerra de Irak. "Zapatero no ha aportado ni una idea, al menos que yo conozca. Sería deseable para la salud democrática del país que aportara, al menos, una idea, pues si fuera buena la podríamos llevar nosotros a la práctica", señaló.

Rajoy, siempre con un tono de aparente moderación, recordó a los suyos que queda un mes para las elecciones y en ese tiempo deben "explicar bien" lo que han hecho y subrayar que ellos "cumplen" siempre lo que dicen, pues eso les ha "dado credibilidad". Se trata de difundir que sólo el PP, cuando es Gobierno, "transmite seguridad, es previsible y da a conocer cuáles son las reglas del juego". Para ello, añadió, hay que "elegir bien los objetivos, transmitir bien e incidir en lo que es prioritario". Lo que no dejó claro es si eso es lo que ha hecho últimamente el PP.