La Fiscalía alavesa constata que la criminalidad se ha disparado en el último año

Las cifras de robos con utilización de violencia, lesiones, estafas y agresiones sexuales se han disparado en el último año en Vitoria. La Fiscalía de la Audiencia provincial no puede por menos que subrayar en su Memoria anual que el crecimiento más importante dentro de las actuaciones delictivas se detecta precisamente en las que originan mayor inseguridad ciudadana.

El máximo responsable del Ministerio público en Álava, Alfonso Aya, desgrana en su balance los más de 19.000 procedimientos que se incoaron por delitos en 2002, un 4,37% más que el año anterior. Pero este crecimiento se acentúa en algunos apartados: Dentro de los delitos contra el patrimonio, los robos con violencia e intimidación (274) crecieron un 27%; los robos con fuerza (3.478), un 18%; los hurtos (6.034), un 10%, y las estafas (251), un 29%. Las lesiones (927) y los delitos contra la libertad sexual (113) aumentaron un 15% en ambos casos, en 2002.

Aya pone de manifiesto en su estudio estadístico que la actividad terrorista y los delitos contra el orden público disminuyeron en el ejercicio analizado. Recuerda que no se produjo ningún atentado y la violencia callejera se redujo "hasta resultar prácticamente inexistente en el último semestre". Sin embargo pone de manifiesto que el ambiente de amenaza y coacción "contra amplios sectores de la población" se mantiene, lo que valora como un objetivo de los terroristas, que han logrado "incluso enfrentamientos constantes entre quienes debieran mantenerse unidos para erradicar tal lacra".

Mayor siniestralidad laboral

El repunte de la actividad delictiva se aprecia también en los procedimientos por conducción bajo los efectos del alcohol que siguen su ascenso con 566 causas, un 30% más que en 2001. En el caso del tráfico de drogas, sin embargo, la Fiscalía alavesa reconoce que sus actuaciones han decrecido el pasado ejercicio (21 casos referidos a drogas duras y 55 de sustancias que no causan grave daño) a pesar del crecimiento del comercio de productos como anfetaminas o cocaína.

Alfonso Aya dedica un apartado especial a la siniestralidad laboral en donde ofrece datos facilitados por Osalan y explica las dificultades judiciales que entrañan este tipo de delitos. Las cifras recuerdan que los accidentes laborales mortales crecieron sustancialmente en el último año con respecto al anterior -pasaron de 7 a 10-, los graves aumentaron un 22% -de 78 a 95-, mientras los siniestros leves disminuyeron -de 9.824 a 9.757-.

Pero el fiscal se encuentra con escollos para actuar en este tipo de accidentes. "A la dificultad de determinar los hechos y las causas del suceso se une la de averiguar las personas verdaderamente responsables", ya que existe una "cadena de personas" que no han adoptado las medidas preventivas adecuadas.