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EL FUTURO DE LA UE

Los dirigentes critican el proyecto de Giscard para la futura UE

Carlos Yárnoz

El presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, el francés Valery Giscard d'Estaing, se llevó ayer un buen disgusto ante los 25 líderes europeos (los 15 más los 10 candidatos) al comprobar que algunas de sus principales ideas sobre cómo debe ser y funcionar la UE en los próximos años distan mucho de contar con el beneplácito general de los jefes de Estado y de Gobierno. Fue él quien se convirtió en Atenas en el receptor de unas críticas que reflejan las profundas discrepancias sobre si la Unión debe o no contar con un presidente estable, las competencias y funciones del "ministro europeo de Exteriores" o la posibilidad de que cada país siga teniendo o no un comisario en el Ejecutivo comunitario.

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De "frustrante" fue calificado el debate por personas que conocieron al detalle lo ocurrido. La polémica más fuerte se centró en la creación de la figura del presidente de la UE por cuatro o cinco años, para poner fin al sistema semestral rotatorio actual. Reino Unido, Francia, Alemania (con menos entusiasmo), España e Italia lo apoyan. Ayer se les sumaron, con reservas, Suecia, Dinamarca y Hungría. Pero los demás, y especialmente los países pequeños, lo rechazan frontalmente.

"Unión de Estados"

En nombre de todos ellos habló el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, quien recordó que la UE "es una unión de Estados" más que "una unión de ciudadanos" a la que luego se refirió Giscard ante los periodistas, a quienes recordó que, aunque los partidarios de la fórmula sean menos, representan a la gran mayoría de la población del club. También son mayoría los países que quieren mantener la fórmula de un comisario por país, pese a que el Tratado de Niza prevé un máximo de 27.

El único consenso real en el que Giscard se vio respaldado fue en la necesidad de crear el "ministro europeo de Exteriores", pero de inmediato surgieron las discrepancias sobre sus funciones y competencias, o sobre si debe tener un puesto de vicepresidente en la Comisión, como quiere Romano Prodi, presidente del Ejecutivo comunitario, entre otros. "Con cambiar sólo el nombre, no se arregla absolutamente nada", aseguran altas fuentes diplomáticas. El británico Tony Blair ya advirtió de que "la política exterior europea es intergubernamental y no puede ser comunitarizada". Su homólogo irlandés, Bertie Ahern, advirtió de que se opone a que ese ministro presida el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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