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Apuntes

200 universitarios valencianos pasarán la Semana Santa en Galicia limpiando chapapote

Las universidades organizan expediciones ininterrumpidamente a la Galicia del Prestige

Cinco meses después del siniestro del Prestige el rastro del pestilente fuel sigue adherido a rocas y enterrado bajo los arenales. Afortunadamente no se ha cortado otro flujo: el de los universitarios que limpian las playas. La nueva oleada voluntaria vuelve con las vacaciones de Semana Santa y Pascua. Las listas de espera de voluntarios en las universidades y la imagen de millones de universitarios que no ha cesado de manifestarse contra la guerra han dado un vuelco a la idea de una juventud poco comprometida."¡No a la guerra!" y "¡Nunca Máis!" se han coreado al unísono.

Gonzalo Montiel, técnico responsable del Centre d'Assessorament i Dinamització del Estudiant (CADE) de la Universitat indica que la movilización del chapapote ha sido "un punto de inflexión en la historia de la universidad". No recuerda una similar, pese a que la tradición del movimiento voluntario en esta universidad. "El problema es que tenemos demasiada gente", dice Montiel recordando que en día y medio se ha llenado las 50 plazas ofertadas. Junto con la Delegación Verde de la universidad han previsto dos viajes con 50 personas cada uno. Uno del 20 al 26 de abril, y otro del 25 al 31 de mayo. Ambos a Carnota. Esta universidad ha realizado dos expediciones más; ambas de tres días a Muxía, y en las que participaron 75 y 120 personas. Ahora las expediciones se llevan a cabo con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela, con quien han suscrito un convenio. Y se alojarán en un colegio mayor. "Con el tiempo nos hemos especializado", coinciden Montiel, y el delegado de Estudiantes, Joan Enric Úbeda subrayando el incremento del número de días de las expediciones.

Los universitarios de Alicante culminan entre el 15 y 20 de abril una actuación que ha movilizado 650 voluntarios en cuatro viajes a Carnota: dos de 150 personas; uno inicial de 200, y éste de 150 personas. Los estudiantes censados para ir a Galicia superan los 1.500. El Consejo de Estudiantes y la Oficina Verde coordinan el programa. "Luis Marco, presidente del Consejo de Alumnos ha ido varias veces antes para saber dónde, cómo y qué tareas iban a desempeñar sus voluntarios", revela Vicente Cascales, coordinador de la Oficina Verde. Marco, que ha acompañado a todos los viajes y señala que tuvo problemas con la Xunta cuando alegaba que no necesitaba voluntarios.

Posteriormente, ha encontrado apoyos en los ayuntamiento y en empresas. Llevan gastados 24.040 euros. "En lugar de mascarillas de pintor nos llevamos unas mascarillas especiales de doble filtro de carbono", indica. Francisco Jiménez, estudiante de Biología coordina a los voluntarios en la playa. "En el primer viaje nos hundíamos en el chapapote hasta las rodillas. Cinco días después el panorama cambió. Aún queda mucho trabajo". El trabajo varía según la playa, a veces se trata de rascar piedras y otras de extraer bolitas de fuel, por eso reservan el primer día a formar a los voluntarios in situ. María Cabo, que ayuda en la coordinación, ha participado en casi todos los viajes: "Es impresionante. Te recompensa trabajar sólo por ver a la gente". Las seis horas diarias de trabajo inhalando un vertido que causa mareos no desalientan a la estudiante de Biología.

La Jaume I de Castellón, explica el delegado Carlos Fernández ha pospuesto el viaje porque se espera la llegada de otra mancha, según la Universidad de Alcalá de Henares, con la que trabajan. La universidad castellonense que ha llevado a Galicia a 200 estudiantes, fue la primera española en acudir, para lo que tuvo que sortear los problemas de la Xunta de Galicia que se negó a que tantos voluntarios acudieran, según apunta Fernández. Una vez allí protestaron ante las cámaras de TVE. "La Generalitat Valenciana ha dicho que ha destinado 3 millones de euros para los voluntarios del Prestige pero al Consejo de Alumnos no ha llegado nada".

La Universidad Miguel Hernández ha acudido con un autobús a través de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela.

Sin presupuesto para el viaje

Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia se tendrán que conformar con ver el medio centenar de fotografías en blanco y negro del litoral gallego, que efectuaron en el primer viaje, y que se exponen itinerantemente en las distintas escuelas, como las charlas. Entonces fueron 400 los estudiantes en ocho autobuses: cuatro de Bellas Artes y el resto de Agrónomos, Industriales, Arquitectura y Caminos. En marzo salió otro autobús con estudiantes de Agrícolas, que no participaron en la pimera convocatoria porque están ubicados en otro campus.

Ahora no hay presupuesto para los 400 estudiantes en lista de espera. "El Consejo Social está estudiando si nos da presupuesto. El rector nos ha dicho que no tiene por qué contradecir la tesis del Gobierno y de la coordinadora de voluntariado cuando aseguran que hay exceso de voluntarios. Nosotros tenemos la carta del alcalde de Muxía y de presidentes de las cofradías de pescadores pidiendo nuestra ayuda", alerta Carlampio Fresquet, delgado en Bellas Artes que opina que en esta cuestión la política de rectorado es como en la guerra: "Primero se consiente. Después hemos estado acampados durante más de una semana sin el permiso de rectorado por lo que la policía nos podía desalojar, aunque no convenía".

El objetivo de la exposición es "dar una visión crítica de Galicia porque lo que dice Aznar, la Generalitat y la Xunta de Galicia no nos ofrece garantías y queremos que los 35.000 alumnos de la universidad lo vean". Otras universidades preparan exposiciones similares y la Universidad Jaume I realizó una en el centro de la ciudad.

Leonor Almenar, en primer año de Agrónomos en la Politécnica se sintió con "la obligación moral" y participó en el primer viaje. Junto con otros compañeros busca financiación en la Escuela para regresar. Algunos como Carlampio han vuelto costeándose ellos mimos el viaje.

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