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GUERRA EN IRAK | Repercusiones en Europa

El conflicto en el Golfo destapa en la UE más tensiones sobre una "eurozona de la defensa"

París apuesta por una mayor autonomía militar europea frente a EE UU y la OTAN

Carlos Yárnoz

Con el trasfondo de la guerra de Irak, el Parlamento Europeo y la Convención sobre el futuro de Europa acaban de respaldar esta semana el proyecto de crear una "eurozona de defensa" en la que participen los países de la UE que deseen ir más lejos en ese terreno. La invasión de Irak, con la consiguiente división en la UE y la tensión entre Europa y Washington, ha dejado claro que no existe una potencia militar europea autónoma que haga creíble una política exterior común (PESC) apoyada hoy por un 73% de europeos. Francia cree que es el momento de intentarlo. Reino Unido y EE UU, no.

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Como en la década pasada crearon la "eurozona monetaria" los países que quisieron adoptar la moneda única, ahora el proyecto consiste en formar la "eurozona de la defensa". Quienes se sumen suscribirían una "cláusula de solidaridad mutua" o incluso una "cláusula de defensa mutua" similar al artículo 5º de la OTAN. Cada Estado pondría a disposición de un aliado agredido, y a petición de éste, medios militares, policiales, judiciales, de espionaje o de protección civil. El terrorismo, las armas de destrucción masiva y el crimen organizado son "las potenciales amenazas".

Sería el origen de la "Europa Potencia", como la definen en París, que se concretaría en medios militares con misiones más amplias que las asignadas hoy a los 60.000 hombres que forman la Fuerza de Reacción Rápida de la UE, ya estrenada en Macedonia y quizás pronto en Bosnia, destinada a las llamadas misiones Petersberg: gestión de crisis, mantenimiento de la paz, interposición. La Convención desea "actualizar y revisar" esas misiones, incluyendo "operaciones conjuntas de desarme" y el combate al terrorismo dentro y fuera de la UE.

Los principios generales ya recibieron el viernes el visto bueno del Presidium de esa Convención, que preside el francés Giscard D'Estaing. Están incluidos en el documento sobre defensa del grupo que preside el también francés Michel Barnier. Unas horas antes, el Parlamento Europeo respaldaba un informe similar sobre la defensa europea redactado por el eurodiputado y ex general Philippe Morillon, igualmente francés.

Morillon pidió a los Gobiernos europeos que "se sumen" a la cumbre sobre defensa convocada para el día 29 en Bruselas con participación de Francia, Alemania y Bélgica, los tres que plantaron cara a Washington en la OTAN y en Naciones Unidas. Luxemburgo se ha sumado. El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, ha escrito a Gerhard Schröder y a Jacques Chirac que se trata de poner en marcha "la Europa de la Defensa". Schröder ha declarado que quiere "más Europa", "una Europa común de la defensa y la seguridad lo más amplia posible". En la minicumbre se hablará incluso de la hipotética creación de un cuartel general militar de la Unión, con capacidad para planificar intervenciones militares, un punto clave que hoy hace depender a la UE de la OTAN.

Grecia, Italia o España siguen con interés el proyecto, pero con reticencias. Reino Unido, Holanda, los nórdicos y los países candidatos no están por la labor. "Más Europa no puede significar que debilitemos nuestra relación con EE UU y con la OTAN", advierte el ministro británico de Exteriores, Jack Straw. Frente a la tesis francesa de que Europa no puede "delegar" su seguridad, el embajador estadounidense ante la OTAN, Nicholas Burns, advierte de que "la OTAN debe seguir siendo la organización preeminente de seguridad en Europa". Charles Grant, del Centre for European Reform, dice que "Chirac debe abandonar la idea de que lo racional de la política exterior europea es resistir a EE UU".

En medio, gana peso el discurso de Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior de la UE, quien ha destacado en Harvard la necesidad de que EE UU vea a los europeos como "aliados y socios, en vez de simples herramientas de la caja" y, por tanto, opte por el multilateralismo. No se trata de que la UE se convierta en "una alianza militar", dice la Comisión, sino de "reforzar el brazo europeo en la OTAN".

Pero ninguna iniciativa europea en defensa llegará a puerto alguno sin el Reino Unido, la mayor potencia armada en la UE. "Sin Londres no podremos asumir las responsabilidades que se espera de nosotros", ha reconocido Schröder. Por eso, ninguna capital está más interesada que París en recuperar el espíritu de la cumbre que en 1998 celebraron Francia y Reino Unido en Saint Malo, cuando ambos apostaron por "el desarrollo progresivo de una política europea de defensa (PESD) encuadrada en la exterior" para dotar a la UE "de una capacidad autónoma de acción apoyada en fuerzas militares creíbles".

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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