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GUERRA EN IRAK | La posición del Gobierno | GUERRA EN IRAK | La posición del Gobierno

Palacio celebra "la desaparición de un régimen tiránico"

"Los empresarios no necesitan al Gobierno en Irak", sostiene

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, mencionó ayer "dos motivos" de satisfacción por el desarrollo de la guerra de Irak, en su primera comparecencia parlamentaria del fin del conflicto. El primero es el logro de los objetivos militares. El segundo: "La desaparición de un régimen tiránico que ha ejercido todo el miedo y el terror que un poder absoluto y tiránico es capaz de desplegar".

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El debate, celebrado en el Senado, volvió sobre los temas ya abordados en semanas pasadas, sin aportar novedades. Palacio se explayó en los horrores del Irak de Husein. "Ahora empiezan a aflorar testimonios que dan cuenta de la infinita crueldad del régimen. Tenemos testimonios de niños que vivían encerrados para que sirvieran al partido único y de estadios deportivos con salas para torturar a los atletas que no estuvieran a la altura de los resultados esperados", dijo. "Nadie echará de menos a Sadam Husein", añadió, antes de asegurar, con marcado optimismo, que "la ciudadanía" española comprende ya que las manifestaciones de alegría que se registran en Bagdad son las de "un pueblo liberado".

La ministra intentó centrar luego la atención en el futuro: "Apoyamos y apoyaremos la dignidad de Irak y de su pueblo. Defenderemos su integridad territorial y su desarrollo democrático", señaló, y aseguró que el Gobierno español ha insistido especialmente para que la integridad de Irak fuera recogida en todos los comunicados de la coalición. La senadora del PNV Elena Echegoyen le había recordado antes que el Gobierno tachó de "terroristas" a los independentistas kurdos que hoy cooperan con EE UU, cuando se opuso a que fueran invitados al Parlamento vasco, hace pocos años.

Tanto quiso la ministra alejar la imagen de un interés material en la campaña por parte del Gobierno que apenas se detuvo en las posibilidades que ofrece la reconstrucción iraquí - "la mayor desde la Segunda Guerra Mundial", valoró- y llegó a afirmar que los empresarios españoles tienen tal "prestigio" e "iniciativa" que no necesitan el apoyo del Ejecutivo.

Palacio confirmó, no obstante, que sobre estos temas, como sobre la ayuda humanitaria y la recomposición institucional del país, representantes españoles han mantenido conversaciones con el responsable estadounidense, Jay Gardens, que se encuentra ya en Kuwait dispuesto a asentarse en Bagdad en cuanto se abra el aeropuerto. También abogó porque la ONU tenga "un papel relevante y necesario" en un proceso que permita a los iraquíes disponer de un Gobierno propio "en el menor tiempo posible".

El fin de la guerra y el marco del Senado pareció contribuir a mitigar la agresividad de los partidos de la oposición, que siguen coincidiendo plenamente en condenar la guerra y expresan preocupación unánime por un futuro que consideran incierto. Sin embargo, nadie se interesó por cómo va a estructurar el Gobierno su participación en la autoridad provisional angloamericana que dirigirá el inicio de la posguerra, una decisión que ya está tomada, según indican fuentes diplomáticas, y a punto de ser anunciada. Una única pregunta sobre si irán tropas y Guardia Civil en misiones de pacificación fue ignorada por Palacio.

La ministra aseguró que no había leído la entrevista de Hans Blinx con EL PAÍS, en la que el jefe de los inspectores contaba cómo americanos y británicos decidieron poner término a su labor cuando vieron que Sadam Husein cooperaba. Palacio afirmó que la mayoría de los países de la UE "está de acuerdo con las posiciones de España", y que las relaciones con Iberoamérica y el mundo árabe son excelentes.

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, ayer en el Senado.
La ministra de Exteriores, Ana Palacio, ayer en el Senado.EFE

"Eslóganes y exabruptos"

"La oposición no utiliza argumentos, sino eslóganes, demagogias y exabruptos". Ana Palacio, que ha encajado como ha podido la soledad gubernamental en numerosos debates previos sobre Irak, acudió ayer pertrechada con ésta y otras piezas de artillería al generalmente tranquilo reducto del Senado. Y las utilizó en su turno de réplica, aunque el nivel de enfrentamiento no requiriera tanto. Un cuidadoso trabajo de hemeroteca realizado por su equipo le permitió enfrentar incluso al PNV, por cita de su diputado Iñaki Anasagasti, pero sobre todo al PSOE con las declaraciones que esos mismo partidos hicieron sobre Irak en 1991. Sacó a colación hasta a Felipe González, y concluyó, como otras veces: "El PSOE demuestra una vez más que dice una cosa cuando está en el poder y otra en la oposición. Todo el mundo se acuerda del 'OTAN, de entrada no". De los bancos de la oposición brotó un fuerte pateo, y la ministra respondió: "Comprendo que les moleste. Viven incómodos con esa memoria".

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