Cortés exhibe sus retratos y paisajes desde 1970

El pintor Hernán Cortés (Cádiz, 1953) presentó ayer una galería de retratos de personajes españoles (académicos, políticos, financieros, músicos), pero su interés es presentar el retrato "como un problema de pintura y no quedarse en la iconografía". "Me considero poco realista", declara ante los 70 cuadros que expone en el Centro Cultural Conde Duque, del Ayuntamiento de Madrid (Conde Duque, 11) hasta el 8 de junio. Un total de 70 obras, entre pinturas, bocetos y dibujos, realizadas por Hernán Cortés desde los años ochenta. La exposición El retrato como problema pictórico se centra en los retratos de personajes conocidos y familiares y amigos del artista, además de paisajes de la bahía gaditana.

El recorrido comienza con un retrato de su madre, de 1970, el primer cuadro pintado a los 16 años, bajo la influencia de Vázquez Díaz. Tras una formación en las academias de Bellas Artes de Sevilla y Madrid, Cortés realiza pintura informalista y grabados. Una carpeta sobre los poetas del 27 le llevó a retratar a Jorge Guillén y Dámaso Alonso, este último por encargo de Laín Entralgo para la Real Academia Española.

El cuadro de Dámaso Alonso decidió su dedicación al retrato, en un primer periodo con varias obras donde aparecen familiares y amigos, que después aplica, según el artista, a los retratos de encargo, "donde siempre se antepone el ser humano a la institución". En los paisajes con las luces de la bahía de Cádiz y el viento del Levante, establece la base cromática de sus cuadros, donde plantea composiciones inherentes a la pintura abstracta al enmarcar la figura humana, en unas posturas alejadas de los retratos académicos, "un retrato de corte humanista en oposición al retrato 'de sociedad".

"La mirada atrapa", señala al determinar la composición del modelo y elegir el formato. El proceso de dibujo empieza por la mancha y la estructura, para centrarse después en la línea, el plano, el contorno. Los cuadros grandes suelen tener un proceso de dos años, y a veces tres, como el retrato de Plácido Arango, y el que realiza de Felipe González para la galería de presidentes de La Moncloa, que aparece en el catálogo.

"Hago muchos bocetos, hasta tener una idea muy elaborada y después intento realizar el cuadro de un tirón, para así combinar la frescura con la profundidad. En los últimos cuadros la línea está más presente y aparece más claro el plano de color".

En el montaje o en el catálogo aparecen retratos del Rey, el príncipe de Asturias y la infanta Cristina junto a intelectuales, empresarios, políticos, como Elliott, Savater, Pérez Royo, Carr, De Polanco, Arango, Brown, O'Shea, Laín Entralgo, Solana, Ortega, Ayala, entre otros, además de numerosos amigos y familiares del artista. En el catálogo, el comisario de la exposición, Miguel Falomir, conservador del Museo del Prado, escribe sobre el retrato como opción estética y los referentes de Cortés en la técnica y en los aspectos formales, mientras que Juan Manuel Bonet analiza los dos retratos de Dámaso Alonso y Rafael Argullol hace el retrato del retratista.