La familia del periodista exige que se aclare lo que considera un crimen de guerra
La familia de José Couso Permuy, el cámara que trabajaba para Tele 5 en Bagdad y que murió el martes víctima de un ataque de las fuerzas estadounidenses, hizo público ayer un comunicado en el que considera lo ocurrido "un brutal crimen de guerra, ya que viola el protocolo adicional de la Convención de Ginebra" y exige "una investigación internacional que esclarezca de manera creíble y fehaciente los dudosos motivos que han rodeado tan brutal asesinato por parte de la coalición angloamericana". David Couso, hermano del fallecido, anunció ayer la presentación de una querella contra el ejército de EEUU, el ministro español de Defensa y contra el presidente Aznar.
La dirección de Tele 5 solicitó ayer al embajador de Estados Unidos en España, George L. Argyros, la apertura de una investigación sobre la muerte de Couso que "aclare de forma válida y creíble las circunstancias en que se produjo".
El Instituto Internacional de Prensa, en una carta enviada al secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, protestó "de la forma más tajante" por este ataque y exigió a EE UU que recuerde a sus tropas que todos los periodistas deben disfrutar de protección.
La Federación de Asociaciones de Prensa de España pidió al Gobierno español que "abra una investigación minuciosa" y también recordó que la convención de Ginebra ampara a los periodistas.
Repatriación de cadáveres
Por otra parte, el cadáver del informador español Julio A. Parrado llegó ayer por la mañana a la base militar estadounidense de Camp Doha. En un hangar del aeropuerto de Kuwait permanecía anoche el Hércules de la Fuerza Aérea española que transportará a España el cadáver del enviado especial de El Mundo. Según aseguró la Embajada española en Kuwait, el Hércules esperaría todo el día de ayer por si llegaban a ese país los restos mortales de Couso.
El cuerpo del enviado de El Mundo, que murió el pasado lunes cuando un misil iraquí alcanzó el puesto militar estadounidense en el que se encontraba al sur de Bagdad, llegó a Kuwait desde Kerbala, al suroeste de la capital iraquí. Julio A. Parrado estaba a 15 kilómetros del centro de la capital iraquí cuando le mató un misil. Había cruzado todo el país junto a la Tercera División de Infantería del Ejército estadounidense.
El cadáver de Couso se encontraba ayer en un hospital de Bagdad a la espera de ser trasladado por fuerzas norteamericanas a Kuwait.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Convención Ginebra
- José Couso
- Operación Libertad Iraquí
- Periodistas
- Guerra Golfo
- Libertad prensa
- Crímenes guerra
- Genocidio
- Tratados internacionales
- Delitos contra Humanidad
- Relaciones internacionales
- Acción militar
- Periodismo
- Derechos humanos
- Estados Unidos
- Política exterior
- Sucesos
- Gente
- Defensa
- Guerra
- Medios comunicación
- Conflictos
- Delitos
- Justicia
- Comunicación