"Era un hombre vital, alegre y uno de los más queridos"
"Estoy derrumbado, se ha muerto Couso". Repetía, con una mezcla de desolación e incredulidad, un cámara pegado a un móvil, uno de los tantos que sonaban ayer al mediodía en salas y pasillos de Tele 5. José Couso, con 37 años, era uno de los cámaras más experimentados y con más trayectoria en la emisora desde que se incorporó hace casi ocho años.
Pero sobre todo era uno de los más queridos, según relataban ayer sus colegas. "Perdimos a un amigo, un compañero, uno de los más afables de esta redacción", decía ayer Juan Pedro Valentín, director de informativos. "Era vital, alegre y dinámico", lo describían ayer sus compañeros.
Se sabía que estaba grave. "Está fuerte y entró consciente al hospital", decía Valentín por la mañana. Todo cambió poco después de las 14.00, cuando su compañero, Jon Sistiaga, daba la noticia: la muerte lo acorraló tras la operación bajo la forma de una insuficiencia respiratoria. Estaba casado y tenía dos hijos.
"No pensamos que el hotel de los periodistas podía ser un objetivo militar", afirmaba Valentín. La decisión ahora es evacuar a Sistiaga junto con los restos de Couso. "La guerra está demasiado descontrolada. No merece la pena perder la vida por toda la información que hemos dado".
Los trabajadores de Tele 5 se concentraron por la tarde para brindar un homenaje a su compañero. Sus ojos rojos, clavados en el asfalto; los brazos cruzados en señal de resignación, abrazados. Quince minutos de silencio rotos por un sentido aplauso que aflojó aún más las lágrimas.
"José Couso no era un intrépido, ni un kamikaze, ni buscaba fama o dinero, y porque era una persona responsable, con él mismo y con su trabajo, sólo quería estar allí y contarlo, y con su cámara mostrarlo, y ser los ojos de todos nosotros. Hoy es también nuestro corazón". Con estas palabras los cámaras han querido despedirse de su compañero. Hoy se concentrarán a las 12.00 ante la Embajada de EE UU en Madrid.El Comité de Redacción de EL PAÍS envió una nota de solidaridad a Tele 5.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Córdoba celebró ayer un pleno de solidaridad con la familia del periodista Julio A. Parrado, que murió el lunes en Irak. La declaración de condena a la guerra que leyó la alcaldesa, Rosa Aguilar, la firmaron todos los grupos políticos, incluido el PP. El periodista de El Mundo era hijo de Julio Anguita y de la teniente de alcalde del Ayuntamiento cordobés, Antonia Parrado, informa Antonio Chaves.
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