Una gran cadena humana contra la guerra

Una gran cadena humana en la que participaron entre 25.000 y 30.000 personas, según la Campanya valenciana contra la guerra, y 4.000 según la Policía Local, rodearon ayer el centro histórico de Valencia para pedir el fin de las muertes en Irak. El acto, que tomó como referencia el perímetro de las extintas murallas de Valencia, congregó a personas de toda edad y condición pertrechados con toda clase de abalorios y letreros caseros en los que se reiteraban los mensajes de No a la guerra

, Sí a la paz y se criticaba la actitud del Gobierno de José María Aznar y del Partido Popular. El acto se inició a las 18.00 y concluyó a las 19.15 tras completarse una densa cadena conformada por ciudadanos cogidos de las manos que, en algunos tramos se tuvo que doblar. La Policía Local de Valencia no cortó el tráfico, excepto en los accesos a la sede del mando militar de la plaza de Tetuán, lo que provocó el enfado de algún conductor, aunque la mayoría de ellos jalearon con sus bocinas la protesta. En esta ocasión se vieron menos pancartas que en las manifestaciones, aunque se hicieron más visibles las docenas de pancartas republicanas y los carteles de fabricación casera con las fotografías de las víctimas de la guerra. La realización de la cadena humana fue amenizada con palmas y gritos contrarios a la guerra, tambores y silbatos. El acto contagió incluso a los viandantes que no se sumaron a la cadena humana pero que hicieron de la guerra su tema de conversación mientras realizaban compras o daban un paseo. En la calle de Colón incluso se generó algún debate espontáneo entre participantes en la protesta y alguna votante del Partido Popular que intentaba explicar sus razones para no protestar por la decisión del Gobierno de José María Aznar de apoyar la intervención.

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La cadena humana concluyó tal y como se inició, con el lanzamiento de una carcasa pirotécnica; tras lo cual cerca de 10.000 ciudadanos se concentraron frente al Ayuntamiento de Valencia, obviando la sede del Partido Popular, ubicada en una de las salidas de la plaza y vigilada por un fuerte dispositivo policial.En la concentración frente al Ayuntamiento de Valencia arreciaron los lemas críticos con Aznar y con el Partido Popular. Entre las miles de personas que acudieron a la plaza del Ayuntamiento de Valencia destacó un grupo de ciudadanos de origen árabe y con banderas iraquíes a los que la multitud abrió paso con aplausos hasta la puerta de la casa consistorial. La protesta no estuvo exenta de humor, como el que protagonizaron un grupo de jóvenes equipados con cacerolas y silbatos que se apostaron frente a uno de los sensores del Ayuntamiento para intentar elevar al máximo el número de decibelios contrarios a la guerra registrados en el panel. La actriz Pilar Almería fue la encargada de leer un manifiesto en el que reclamó el fin de la masacre, el regreso de los barcos españoles y la prohibición de las bases por parte del ejército de EE UU.

Alicante vivió ayer su primera manifestación ruidosa contra la guerra en Irak. Más de 2.500 personas, según los organizadores, y más de un millar según cálculos de la Policía Nacional y Local, cogieron cazos metálicos, tapaderas y otros utensilios metálicos y protagonizaron una sonora manifestación.

A las siete de la tarde empezaron a congregarse los primeros manifestantes en la Plaza de los Luceros, y lo que estaba previsto que fuera una simple concentración se convirtió en una marcha contra la guerra que transcurrió por la avenida de Alfonso el Sabio y la Rambla.

La protesta que se convocó bajo el lema general de Exigimos justicia trascurrió sin incidentes. Durante la manifestación se realizaron diversas sentadas en plena calle, se lanzaron tracas y cohetes, y se gritaron consignas a favor de la convocatoria de huelga general para el próximo día 10 de abril. Huelga general contra la guerra del capital fue el grito más oído, mientras un impresionante estruendo metálico inundaba el centro de la ciudad.

La protesta organizada por el Movimiento de Resistencia Global (MRG) de Alicante contó con el apoyo de varias asociaciones, colectivos y partidos políticos como Esquerra Unida, Els Verds, y Partido Comunista de los Pueblos de España, sin embargo fue significativa la ausencia de dirigentes del PSPV y de los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO que, por primera vez en Alicante, no se sumaron oficialmente al acto, según explicaron sus organizadores. "Se han desmarcado, no han querido venir y es una lástima", dijo un portavoz del MRG, "si hubieran venido, como en ocasiones anteriores, seríamos el doble y haríamos más ruido", agregó.

Del sindicato CCOO, a título personal, acudieron algunos responsables de varias Federaciones sectoriales y estuvo el secretario general de la comarca, José de la Casa, quien argumentó la ausencia de otros compañeros a una cierta "desorganización en la convocatoria". Sin embargo, apenas hubo militantes socialistas y delegados de UGT. Las únicas banderas que se vieron fueron de la CNT, PCPE, EU y algunas tanto republicanas como del pueblo palestino. En un ambiente festivo, y con un ritmo bastante sosegado, durante más de dos horas y media los manifestantes utilizaron varios instrumentos para manifestar su oposición al conflicto bélico.