Un debate cierra los actos del milenario de los baños árabes de Jaén

Una mesa redonda sobre Oriente y Occidente después del 11 de septiembre sirvió ayer para clausurar las jornadas organizadas por la Diputación de Jaén para conmemorar el milenario de los baños árabes de la capital. El debate estuvo moderado por el consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, Gaspar Zarrías, quien destacó el papel jugado por Andalucía a lo largo de la historia como nexo de unión de las tres culturas que han habitado el Mediterráneo: la judía, la árabe y la cristiana.

Zarrías lamentó que el clima de concordia con los países árabes se haya deteriorado a consecuencia de la postura del Gobierno de Aznar en el conflicto de Irak. "Desde hace algún tiempo, los países árabes ya no nos ven como amigos y sí como adversarios; eso es necesario reconducirlo", dijo. Tras recordar que más del 90% de los españoles se han mostrado en contra de la guerra, Zarrías, hizo un llamamiento a la paz, la tolerancia y el entendimiento con los otros pueblos "para no romper puentes que puedan ser un paso atrás en el futuro". Y añadió: "El siglo XXI no puede ser el de la guerra, debe ser el de la paz, la solidaridad y la cooperación".

El ensayista y diplomático José María Ridao denunció la "manipulación del lenguaje" por parte del Gobierno, que califica de "liberación" una "ocupación hecha al margen de las Naciones Unidas" y alude al "eje del mal" en comparación con los países derrotados en la Segunda Guerra Mundial. Ridao censuró también la idea de gobierno representativo que Bush pretende instalar en Irak después de la guerra. "Esa noción de representatividad es contraria a la que se aspira en los países democráticos", dijo, para reprochar a continuación la "vulneración" del concepto geográfico entre el Norte y el Sur.

El arabista de la Universidad de Sevilla Rafael Valencia recordó que fue el propio Bush el que armó a Sadam Husein y apuntó que, tras el 11-S, se han ahondado más las diferencias entre el Norte y el Sur.