Los 'narcos' atacan los centros turísticos de Río de Janeiro
Los traficantes salen por primera vez de los barrios periféricos que controlan
En los últimos dos días, los narcotraficantes han desatado en Río de Janeiro una estrategia que ha hecho cundir el pánico entre los habitantes de esta gran ciudad brasileña. Por primera vez, han descendido desde los barrios periféricos de la ciudad, donde el narcotráfico tiene sus posiciones de mando y control, grupos de hombres armados con ametralladoras y bombas para atentar contra los lugares más frecuentados por los turistas. Río de Janeiro recoge el 60% del turismo de Brasil.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva prepara con urgencia un plan contra la violencia del narcotráfico en Río, que ya ha paralizado dos veces en poco tiempo la ciudad. Mientras tanto, arrecia una ofensiva de los narcotraficantes que atacan los centros más visitados, comenzando por la estación del famoso tren cremallera de color rojo, muy visitado por niños de todo el mundo. Su trayecto es la subida al famoso Cristo del Corcovado, a través de la foresta de la Tijuca.
Los narcos ametrallaron la estación del tren a pesar de que horas antes su director había recibido un fax anónimo anunciando el ataque. Avisada la policía, fue reforzada la seguridad, pero sólo hasta las siete de la tarde. Los narcos esperaron a que se fuera el refuerzo policial y después llegaron para tirotear la estación. Por medio de otro fax ya han anunciado un nuevo ataque, esta vez a la famosa cremallera que sube al Pão de Azúcar, otro de los símbolos del turismo carioca.
Nadie se lo quería creer en Río hasta que la prensa publicó las fotos de la fachada de la estación y de uno de los trenes ametrallados. "El turismo ha recibido un tiro en el corazón y está enfermo. Los ataques han sido orientados hacia el área turística, principal vocación de la ciudad", afirmó ayer Sávio Neves Filho, director del tren del Corcovado.
Los narcotraficantes lanzaron bombas contra la puerta de hoteles de lujo de la zona sur -donde están las playas-, la más rica y frecuentada por el turismo local e internacional. Entre los hoteles golpeados figura el Meridien de Copacabana, uno de los más famosos de la ciudad. Los "bandidos", como se les llama aquí a los narcos, quemaron también varios autobuses en la avenida central de Brasil, y mataron a tiros a un teniente de la policía militar.
Ya sorprendió, 48 horas antes, el primer asalto a mano armada en una estación de metro de la ciudad en la que en el fuego cruzado entre los bandidos y la policía mató a una joven de 14 años que era la primera vez que cogía el metro sola. Hasta ahora, el metro era el único medio de transporte que se consideraba totalmente seguro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.