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Vargas Llosa afirma que la esencia de la utopía está en la literatura y el arte

El escritor presenta ante cientos de lectores 'El Paraíso en la otra esquina'

Jesús Ruiz Mantilla

Mario Vargas Llosa sí cree en las utopías, pero no en las que llevan a los totalitarismos, sino en las de las obras de arte. Por eso, a través de una luchadora como Flora Tristán y de su nieto el pintor Paul Gauguin, ha reivindicado las ansias de transformarlo todo en su nueva novela, El Paraíso en la otra esquina (Alfaguara), que presentó ayer, en la Casa de América de Madrid, ante cientos de personas que acompañaron al autor.

"Éste no es un libro arqueológico, no reproduce el pasado, acude a él para entender el presente", aseguró Vargas Llosa. Además de El Paraíso en la otra esquina, el escritor presentó un documental con el mismo título -que emitirá Canal + el próximo martes día 8- sobre el proceso creativo que ha desarrollado para su nueva novela; y el libro y la exposición de fotografías que su hija Morgana le ha robado con discreción, en sus viajes por distintos países para buscar los paraísos recónditos de sus dos personajes.

Vargas afirmó que está feliz de haber aunado en un libro sus dos pasiones: la literatura y la pintura. "He querido acercar estas dos artes porque a mí, la ficción plástica, como creación, siempre me ha fascinado".

Como también le ha fascinado esta mujer que tuvo una infancia desgraciada, un matrimonio desastroso que le llevó a abandonar el hogar -"lo que inmediatamente la convertía en delincuente"-, que tenía algo de ingenua pero con una gran generosidad, y que era una, a juicio de Vargas Llosa, justiciera en el sentido cabal de la palabra. O su nieto, que de una vida sosegada, con un matrimonio ejemplar y cinco hijos a los que alimentaba con los beneficios que conseguía como agente en la Bolsa de París, experimentó la sacudida del arte a los 30 años, por casualidad, lo que le hizo convertirse en un salvaje, fanatizado en busca del primitivismo en el arte.

Para llevar a cabo su trabajo, Vargas Llosa ha realizado un extenso trabajo documental. Ha viajado de Madrid a Burdeos, donde está enterrada Flora Tristán; de Copenhague a París, y de ahí a las Islas Marquesas, donde Paul Gauguin vivió los 10 últimos años de su vida, buscando las raíces de todo. "La fuerza con la que Gauguin pintó sus obras en la Polinesia influyó en Matisse, Picasso o Diego Rivera. Estaba obsesionado con romper los límites e ir más allá de sus posibilidades".

Otro de los motores que le unían con su abuela Flora Tristán, quien persiguió cambiar el mundo desde las ideologías: "Los dos vivieron en un siglo, el XIX, de empresas quiméricas. La Revolución Francesa había demostrado que se podían romper todos los límites, y esa sociedad de tabla rasa es la que viven como telón de fondo".

Los actores Natalia Verbeke y Juan Luis Galiardo leyeron dos fragmentos de la novela. Ella interpretó a Flora Tristán y él, que fue presentado por Juan Cruz como el Gran Quijote, se sumergió en las palabras de Paul Gauguin. Vargas Llosa cerró el acto y reconoció que una vez había creído en la utopía, pero que ahora se había dado cuenta de que ésta es "por definición, inalcanzable". Pero dio por seguro que había conocido la otra esquina del Paraíso: es la literatura.

Mario Vargas Llosa departe con Juan Luis Galiardo, su hija Morgana y la actriz Natalia Berveke (a la derecha), ayer en la Casa de América, junto a algunas fotos de la exposición y el libro que ha realizado Morgana Vargas Llosa.
Mario Vargas Llosa departe con Juan Luis Galiardo, su hija Morgana y la actriz Natalia Berveke (a la derecha), ayer en la Casa de América, junto a algunas fotos de la exposición y el libro que ha realizado Morgana Vargas Llosa.GORKA LEJARCEGI
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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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