De la Iglesia dispara en México sus '800 balas' contra la guerra
La XVIII Muestra de Cine rinde homenaje a Alfredo Ripstein
Hubo menos encanto, pero mucha más conciencia en Guadalajara, sede este año de la XVIII Muestra de Cine Mexicano, que en ediciones anteriores. La sombra de la invasión de Irak y la resaca de los oscars condicionaron el certamen, que se clausuró anoche (madrugada en España). La presencia española ha estado encabezada por Álex de la Iglesia y Sancho Gracia, junto a realizadores más noveles. La acogida del público a los productores y protagonistas presentes se dejó sentir dentro del recinto, bajo la tutela de la Universidad de Guadalajara, y en los locales donde se perdieron noche tras noche los invitados. Álex de la Iglesia y Sancho Gracia acudieron a promocionar 800 balas. El segundo, con doble motivo para estar presente, por su participación, también, en El crimen del Padre Amaro, la cinta de los hermanos Cuarón producida por Alfredo Ripstein.
El productor mexicano, padre del también cineasta Arturo Ripstein, fue, además, una de las tres personas homenajeadas (por su trayectoria, con más 100 películas) en la presente edición.
Tanto De la Iglesia, a quien le parece que la sociedad española "se siente ridícula ante las decisiones de Aznar, que sin comérnoslo ni bebérnoslo nos coloca en el frente de una guerra", como Gracia manifestaron su apoyo a Gael García Bernal por su intervención, "sin crispación, elegantemente", en la que criticó el desvarío belicista en plena ceremonia de los oscars. "Lo hizo con un par de huevos", puntualizó Sancho Gracia, que abrazó a la madre del actor mexicano, la también actriz Patricia Bernal, al recibir ésta una llamada de su hijo tras abandonar el escenario del Kodak Theater de Los Ángeles.
Los actores y directores presentes en Guadalajara siguieron juntos la ceremonia de entrega de los oscars desde el Hard Rock Live de la capital del Estado de Jalisco. Allí celebraron el segundo oscar para Pedro Almodóvar, el de Frida, y ahogaron con unos hidalgos (tequila bebido de un solo trago) la frustración por los galardones no conseguidos. Gracia se incorporará en los próximos días en Cuba a su nueva película, "una vez recuperado su enganche con el cine de este lado del Atlántico, al que tenía algo abandonado", según comentó horas antes de la clausura del certamen.
De la Iglesia regresó a España para seguir con la preparación de la nueva película de humor negro que espera rodar el próximo verano, y de la que asegura que aún no tiene título.
La presencia española estuvo también en el capítulo de documentales con la participación de Galíndez, de Ana Díez; Balseros, de Carlos Bosch y Josep María Doménech (recién llegados del Festival de Miami), y En construcción, de José Luis Guerin.
Precisamente, los representantes del país invitado de este año, Chile, destacaron el importante papel de los documentales en su país, tanto en la época de Salvador Allende como en la de Augusto Pinochet. En la etapa democrática eran utilizados como herramienta de concienciación y educación, y en la dictadura militar fueron el refugio desde el que combatir al golpista y denunciar sus crímenes.
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