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GUERRA EN IRAK | El debate en Europa

Blair intenta convencer a Bush de que cuente con la ONU para reconstruir Irak

El primer ministro británico trata de recuperar su papel de puente entre Europa y Washington

Tony Blair llegó anoche a la residencia de George Bush en Camp David (sin otra incidencia que la inofensiva caída de un rayo sobre el avión que le trasladó a Washington) para ejercer su papel más vocacional en esta crisis: el de puente transatlántico que intenta unir a Francia y EE UU. El empeño del primer ministro británico consiste en convencer a ambos países de que la reconstrucción de Irak tras la guerra se desarrolle en el marco de Naciones Unidas. El desarrollo de la campaña militar y el proceso de paz en Oriente Próximo completan la agenda de la visita de Blair, la primera desde que empezó la guerra.

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En esta ocasión a Francia y a Estados Unidos les une su empeño por evitar el camino de Naciones Unidas. Los franceses, junto a los alemanes, porque entienden que cualquier resolución sobre la reconstrucción de Irak legitimaría la intervención militar anglo-americana, que a juicio de París y de Berlín es ilegal porque no cuenta con el apoyo explícito del Consejo de Seguridad.

"Entendemos perfectamente sus reticencias a aprobar una resolución de Naciones Unidas que pueda verse como algo que legitima la acción puesta en marcha; pero nosotros no buscamos una resolución de ese tipo porque creemos que nuestra acción ya es legítima", aseguró ayer el ministro de Exteriores británico, Jack Straw, en una reunión con corresponsales europeos poco antes de volar hacia Washington junto a su primer ministro.

Pero las reticencias no sólo se dan en el continente europeo. También el sector más duro de la Administración estadounidense se opone a seguir el camino de Naciones Unidas para no tropezar por segunda vez en la misma piedra. Tony Blair asegura en público que no cree que el presidente Bush comparta el escepticismo de sus halcones. "He leído sobre ese escepticismo en la prensa, pero tengo que decir que en las conversaciones que he tenido con el presidente Bush ha quedado muy claro que deberíamos asegurarnos de que la Administración de Irak tras el conflicto tenga el apoyo total de Naciones Unidas", afirmó el primer ministro en los Comunes. "Puedo asegurar que ésa es la posición tanto del Gobierno británico como de la Administración americana y quedó muy claro en la declaración conjunta de Azores", insistió.

Tony Blair, que hoy se entrevistará con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, quiere que el Consejo de Seguridad apruebe dos nuevas resoluciones sobre Irak: una de manera prioritaria para canalizar la ayuda humanitaria de urgencia y otra, más adelante y más delicada, para tutelar el proceso de lo que los ingleses llaman "rehabilitación" de Irak para distinguir entre la "reconstrucción" de lo que ahora destruya la guerra y la puesta en marcha de un país potencialmente rico que lleva 20 años de empobrecimiento bajo el yugo de Sadam Husein.

Pagar la factura

Franceses y alemanes se oponen a pagar lo que las bombas han destruido porque creen que esa factura debe correr por cuenta de los países de la coalición. Y aunque los británicos dicen que no se trata de reconstruir los daños de la guerra sino los efectos de la dictadura, Straw fue ayer incapaz de dar un solo antecedente de ese tipo. Todos los ejemplos de reconstrucción se referían a países destrozados por un conflicto bélico, como la antigua Yugoslavia, Timor Oriental o Camboya.

"Británicos y americanos estarán involucrados en Irak por mucho tiempo, pero tenemos muy clara la necesidad de que sea bajo el paraguas de Naciones Unidas", explicó Straw. "Los primeros interesados en eso serán las fuerzas que se hallen en el interior de Irak. Va a haber un periodo, que no puedo decir exactamente cuánto durará, en el que la autoridad legal emanará de las fuerzas sobre el terreno. Pero no creemos que eso sea lo mejor a medio y, sobre todo, a largo plazo", añadió.

La situación en el frente en Irak y el proceso de paz en Oriente Próximo fueron los otros dos puntos calientes de la reunión que estaba previsto celebrar anoche en Camp David entre Bush y Blair.

Tony Blair, ayer, en la Cámara de los Comunes, antes de viajar a EE UU.
Tony Blair, ayer, en la Cámara de los Comunes, antes de viajar a EE UU.REUTERS

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