Monteseirín pide capacidad para cerrar los locales que vendan alcohol a menores

El Ayuntamiento de Sevilla quiere que la Junta le ceda las competencias para poder cerrar, sin previo aviso a los propietarios, los establecimientos en los que se esté vendiendo alcohol a menores. El grupo socialista llevará al pleno de mañana una moción por la que insta al gobierno autonómico a que modifique la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas para que los Ayuntamientos puedan castigar todas las infracciones de esta norma. Hasta ahora, sólo la Junta está capacitada para sancionar los incumplimientos de carácter muy grave, que pueden acarrear la clausura del negocio.

El Ayuntamiento sevillano pedirá las competencias tanto para que la Policía Local pueda cerrar en el acto los bares en las que aprecie infracciones graves a la ley autonómica -especialmente la venta de alcohol a menores-, como para que el gobierno municipal pueda acordar, mediante un expediente administrativo, los establecimientos como sanción complementaria o cautelar. Además, el consistorio quiere también el control para prohibir la entrada a los menores de 18 años en los bares y discotecas en los que advierta "grave riesgo de consumo de alcohol a menores". "Queremos establecer unas normas de acceso", apuntó el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien aspira a la "tolerancia cero" en la venta ilegal de alcohol.

Monteseirín confía en que la Junta acepte su petición y tramite en el Parlamento las modificaciones necesarias a la Ley para que en un plazo de tres meses el gobierno municipal tenga ya en sus manos estas competencias. Según la norma actual, el consistorio puede clausurar en el acto un establecimiento en el que se supere el nivel de ruido permitido, pero no puede cerrar un local si comprueba que se está vendiendo alcohol a menores. "Es una sinrazón", asegura la portavoz municipal socialista y delegada de Medio Ambiente, Evangelina Naranjo.

'Caso Sunflower'

Esta petición de competencias llega apenas un mes después de que la Policía Local tuviera que intervenir en la sala Sunflower tras comprobar que varios asistentes a una fiesta, la mayoría menores de edad, se encontraban en coma etílico después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol.

A la toma de esta decisión ha influido también, según el alcalde, los continuos requerimientos que recibe el Ayuntamiento por parte de los empresarios, que advierten de la dificultad de evitar el consumo de alcohol de los menores una vez que se le ha permitido la entrada en el local.