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GUERRA EN IRAK | La oposición de Zapatero

Zapatero exige a Aznar que regresen los soldados y no se utilicen las bases

El líder socialista pide al Gobierno que no oculte el apoyo logístico detrás del "término humanitario"

Anabel Díez

Toda guerra es un fracaso, y cuando se hace al margen de la legalidad internacional es una ignominia. Ésta es la primera apreciación del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, tras el comienzo de la guerra contra Irak. El líder socialista considera que "ni los soldados ni el territorio español" deben contribuir al esfuerzo bélico, por lo que "exige" al Ejecutivo que no autorice el uso de las bases norteamericanas ni envíe soldados españoles al escenario del conflicto. "El Gobierno no engaña a nadie cuando esconde detrás del término humanitario lo que es apoyo logístico a la invasión"

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Ahora empieza para el PSOE la fase de su estrategia prevista para el comienzo de la guerra. A las ocho de la mañana de ayer, Zapatero se reunió con su gabinete de crisis para poner en marcha las iniciativas parlamentarias y políticas que tienen como núcleo central la exigencia de que el Gobierno no utilice tropas españolas ni las bases militares para esta guerra.

Zapatero y su equipo -José Blanco, Jesús Caldera, Manuel Marín, Diego López Garrido, Alfredo Pérez Rubalcaba y Leire Pajín- consideran que los efectivos que el Gobierno ha enviado y va a enviar al conflicto se salen del marco humanitario. Al mediodía de ayer, con tono solemne, Zapatero leyó una declaración en la que proclamó que la guerra "se ha desatado al margen de la legalidad internacional y España no debe involucrarse".

"Ni nuestros soldados, ni nuestro territorio deben contribuir al esfuerzo bélico. El Gobierno no engaña a nadie cuando esconde detrás del término humanitario lo que es apoyo logístico a los ejercitos que están invadiendo Irak. Por ello, exigimos al Gobierno que no autorice el uso de las bases norteamericanas en España y que no envíe soldados españoles al escenario del conflicto. Por el contrario, nuestro país debe poner a disposición de las Naciones Unidas todos los medios que le sean solicitados para las acciones humanitarias que se desarrollen bajo su amparo".

El hecho de que Zapatero no mencionara nada sobre el envío de efectivos al conflicto cuando el presidente del Gobierno, José María Aznar, lo anunció el pasado martes en el Congreso produjo desconcierto incluso en sus propias filas. Pero responde, según sus colaboradores, a su manera de entender la "administración de los tiempos y de los temas".

No era momento

En ese momento todavía cabía, a juicio de Zapatero, pedir a Aznar que se saliera de la guerra. La proposición no de ley que el PSOE registró ayer en el Congreso, y que será debatida y votada en la tarde del próximo martes, afirma que "este ataque militar no tiene cobertura legal, al no contar con el respaldo del Consejo de Seguridad, y no responde al acuerdo de ninguna organización multilateral, y supone, por tanto, una guerra preventiva ilegítima y contraria a la legalidad internacional". Como es ilegal, según el parecer del PSOE, el Gobierno "no debe implicar a España, de ningún modo, de forma directa o indirecta, en las operaciones que se llevan a cabo, ni conceder autorizaciones de uso de bases o del territorio español en apoyo de éstas".

Sobre estas cuestiones jurídicas se ha hablado en el comité de crisis del PSOE en diferentes reuniones durante la pasada semana y ayer mismo. Uno de los miembros de ese comité, Diego López Garrido, elaboró para la dirección de su partido un informe jurídico muy extenso en el que considera ilegal la participación de España en ese conflicto. Ni siquiera viene al caso discutir la autorización de las Cortes para una intervención, como dice la Constitución, ya que "todo es un ilícito jurídico internacional", al haberse declarado la guerra sin el aval de Naciones Unidas o de la OTAN. Este informe, sin embargo, y desde luego Zapatero, descarta cualquier posibilidad de denunciar al Gobierno español ante el Tribunal Penal Internacional, pero considera la hipótesis de que si los soldados españoles incurrieran en alguna irregularidad sí podrían ser llevados, como militares, ante ese tribunal.

Zapatero, por tanto, no quiere hablar "ni ahora ni nunca" de soluciones penales o de tribunal alguno, pero sí de responsabilidades políticas. "Quiero subrayar ante los españoles que todas las decisiones que comprometan a nuestro país tienen un único responsable: el Gobierno del señor Aznar", dijo ayer en su discurso.

El líder socialista señaló que compartía con muchos ciudadanos la "indignación y tristeza" y, dirigiéndose a tantos como se han manifestado contra la guerra, señaló que su esfuerzo "ha merecido y seguirá mereciendo la pena". Zapatero animó a continuar con las movilizaciones. "Hemos hecho lo posible por defender la dignidad del país" e identificarnos con la sociedad, que es "pacífica, tolerante, y respetuosa con la legalidad internacional".

El responsable de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, desde otra perspectiva del conflicto, señaló en Vitoria que la guerra acarreará 120.000 parados y medio punto de descenso del PIB en España

José Luis Rodríguez Zapatero, en el momento de ir a celebrar la rueda de prensa de ayer.
José Luis Rodríguez Zapatero, en el momento de ir a celebrar la rueda de prensa de ayer.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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