Detenidos decenas de disidentes en Cuba por "actos de traición"

Varias decenas de disidentes y opositores cubanos fueron detenidos en La Habana y en otras ciudades de la isla en los últimos días, acusados de realizar "actos de traición al servicio de una potencia extranjera". En un comunicado, el Gobierno de Fidel Castro dijo que los detenidos son "personas directamente vinculadas a las actividades conspirativas" del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, James Cason, y anunció que los opositores serán "sometidos a los tribunales de justicia".

La ilegal Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que dirige Elizardo Sánchez, indicó que los arrestados rondan la treintena y que entre ellos hay militantes de las principales organizaciones opositoras, incluidos varios promotores del Proyecto Varela, iniciativa de disidentes para una reforma constitucional en Cuba. "Es la más intensa oleada de represión política en los últimos años", dijo Sánchez.

Según otras fuentes disidentes, la mayoría de las detenciones se produjeron entre el lunes y el martes en los domicilios de los opositores, que al parecer se habían relacionado con diplomáticos de Estados Unidos o habían participado recientemente en actividades de la SINA.

El operativo policial se produjo poco después de que la televisión oficial denunciase a Cason por prestar su residencia a los opositores cubanos, darles cobertura diplomática y realizar declaraciones críticas contra el Gobierno, que las autoridades de la isla consideran "desvergonzadas provocaciones" ajenas a los usos diplomáticas. Desde su llegada a La Habana, hace seis meses, Cason ha intensificado el apoyo a los disidentes, invitándoles a su residencia y visitándoles en sus casas por toda la isla caribeña.

"Ningún país por poderoso que sea tiene derecho a convertir su representación diplomática en organizadora, financista, jefa y cuartel general de actividades para desestabilizar, subvertir el orden constitucional, violar las leyes" y conspirar contra otra nación, señala la nota oficial de las autoridades cubanas. El comunicado anuncia también que a partir de ahora se limitarán los movimientos en la isla de los funcionarios de Estados Unidos, "en reciprocidad con las medidas adoptadas últimamente por ellos contra nuestro personal diplomático en Washington".

Según La Habana, Cason llegó a la isla con órdenes muy precisas de la Administración del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de incrementar las provocaciones para entorpecer la normalización de las relaciones entre ambos países, que cada vez con más fuerza exigen empresarios y congresistas estadounidenses.

Pillados en medio del recrudecido enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos, los disidentes cubanos expresaron su temor porque los opositores arrestados vayan a ser procesados por violar la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, promulgada en 1999, que establece severas condenas para aquellos que "apoyen, faciliten o colaboren con los propósitos de la ley Helms-Burton, el bloqueo, la guerra económica contra Cuba, la subversión y otras medidas similares encaminadas a menoscabar la independencia, integridad y soberanía del Estado cubano". Fuentes de la disidencia dijeron que la aplicación de esta "ley mordaza" traería un grave retroceso a la situación de los derechos humanos en la isla.