Los ministros tuvieron "diferentes opiniones" sobre la participación de España en la guerra
El envío de un contingente "humanitario" fue la solución de Aznar para conciliar posiciones
La decisión de enviar al Golfo un contingente de 900 militares limitado a tareas de apoyo logístico ha sido fruto de un intenso debate en el seno del Gobierno en el que se constataron "diferentes opiniones", según reconocen fuentes de La Moncloa. Ante la imposibilidad de obtener una nueva resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que legitimara el ataque, algunos miembros del Gobierno eran partidarios de limitar la participación militar española a la cesión de las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Cádiz), mientras que otros abogaban por participar en los combates.
José María Aznar reconoció el martes en el Congreso que el Gobierno había "reflexionado mucho" sobre el abrumador rechazo de la opinión pública a la guerra con Irak y sugirió que la decisión de limitar la contribución militar española a misiones "humanitarias" tuvo que ver con ello. Estas palabras, dedicadas al portavoz de CiU, Xavier Trias, fueron las únicas que dejaron traslucir el intenso debate que se ha producido en las últimas semanas en el seno del Ejecutivo.
A medida que se hacía más evidente que no habría una nueva resolución de la ONU, ganaba partidarios la posición contraria a enviar tropas, según las fuentes consultadas. Pero otros ministros sostenían que, dado el protagonismo político adquirido por España en la gestión de la crisis, era imposible inhibirse militarmente.
Al final, la fórmula elegida por Aznar intentaba conciliar ambas posiciones: España contribuiría a la intervención militar con 900 soldados (el cuarto contingente en volumen tras EE UU, Reino Unido y Australia, aunque a una distancia sideral de los dos primeros y con menos de la mitad que el tercero), pero estos no entrarían en combate.
A toro pasado, nadie quiere reconocerse en las posiciones descartadas y sólo se admite que el vicepresidente Mariano Rajoy fue firme defensor de la intervención "humanitaria".
Por otro lado, Aznar conversó ayer telefónicamente con el presidente norteamericano, George Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, para analizar la situación del ultimátum que le dieron a Sadam Hussein el pasado domingo cuando sólo faltaban horas para que acabase el plazo. Los tres mandatarios constataron que Sadam Hussein "no parece dispuesto a aprovechar esta última oportunidad, no ha hecho caso de los requerimientos que se le ha hecho, no parece dispuesto al desarme ni al exilio", según manifestó el vicepresidente primero y portavoz, Mariano Rajoy. Aznar reunió, ayer, al Gabinete de Crisis en la Moncloa para seguir de cerca los acontecimientos previos a la que ya se da por hecha intervención en Irak. Rajoy actuó como portavoz y a última hora de ayer, desde La Moncloa, aseguró que "se iba a agotar el plazo" del ultimátum a Hussein que finaliza a las dos de la madrugada de hoy, tras apelar a la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de la ONU. Aznar informó de lo tratado por teléfono con Bush y Blair al Rey Juan Carlos.
Rajoy no fue más explícito en lo que se interpretó como un preaviso de la inminencia de la intervención armada en Irak por sus llamamientos a la tranquilidad de la población El Gabinete de crisis también ha previsto una declaración institucional del presidente del Gobierno, una vez que se materialice la intervención en Irak. Aznar tendría margen para hacerla desde La Moncloa, si la intervención se produjese en la madrugada o mañana de hoy, porque no parte hacia Bruselas, para participar en el Consejo Europeo, hasta la una de la tarde.
Junto con Aznar y Rajoy participaron en la reunión del Gabinete el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato; el ministro de Defensa, Federico Trillo; la ministra de Exteriores, Ana Palacio; el titular de Interior, Ángel Acebes, el de Hacienda, Cristóbal Montoro, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans.
Para esta mañana, Aznar ha convocado de nuevo al Gabinete de Crisis, antes de viajar a la Cumbre de la UE en Bruselas.
La Comisión de Subsecretarios, que se reúne hoy, debatirá la financiación y soporte de los tres buques y 900 soldados que el Gobierno ha decidido enviar a la guerra de Irak. El Consejo de Ministros que se celebra mañana, viernes, decidirá dichas medidas. Las fuentes consultadas aseguran que no se habilitará ningún crédito extraordinario.
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