Annan anuncia la retirada de su personal en Irak

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, anunció ayer su decisión de retirar de Irak a todo el personal de la ONU, incluidos los inspectores de desarme (Unmovic), el personal humanitario y el contingente que vigila la frontera con Kuwait (Unicom). Annan volvió a cuestionar la legitimidad de una guerra sin el consentimiento del Consejo de Seguridad y, con rostro apesadumbrado, aseguró que la ONU no abandonará al pueblo iraquí.

En la noche del domingo, "el Organismo Internacional para la Energía Atómica y Unmovic recibieron informaciones de las autoridades estadounidenses comunicándoles que no era prudente permanecer en Irak", dijo Annan tras asistir a la reunión del Consejo en la que EE UU, España y Reino Unido anunciaron su intención de retirar su proyecto de resolución.

La medida afecta a los 156 inspectores, los 195 miembros de las agencias humanitarias y el resto de los 1.000 componentes de Unicom, que empezaron a ser evacuados la semana pasada. Annan no precisó cuándo se haría efectiva la medida, aunque un portavoz de los inspectores en Bagdad, Hiro Ueki, indicó que los inspectores serían "probablemente" evacuados hoy.

Annan también anunció la suspensión del programa petróleo por alimentos, aprobado en 1995, y del que dependía un tercio de la población iraquí para satisfacer sus necesidades más básicas. Con dicho programa, se destina parte de los ingresos petroleros de Irak para la importación de productos esenciales para la población. "Pero esto no significa que la ONU renuncie a actuar", precisó el secretario general, "encontraremos una manera de prestar ayuda al pueblo iraquí, que tanto ha sufrido".

Annan volvió a criticar una guerra unilateral. "Mi posición es muy clara. La legitimidad de una acción sin el respaldo del Consejo de Seguridad puede ser cuestionada, y su apoyo, muy disminuido. (...) La guerra siempre es una catástrofe, siempre lleva a más tragedia humana". La situación es muy distinta de 1991, cuando el entonces secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, trató, en un último esfuerzo diplomático que acabó en fracaso, de viajar hasta Bagdad para impedir una intervención armada.

Kofi Annan añadió que la ONU jugará un papel en la reconstrucción de Irak tras el conflicto. "El Consejo se reunirá para saber lo que debemos hacer después. Como quedó implícito en el comunicado de las Azores, el Consejo todavía tiene un papel que jugar. (...) Esto no es el final del papel de la ONU en la situación iraquí".