_
_
_
_
Reportaje:

Voces solidarias maniatadas

Las ONG denuncian que el Gobierno impide a jóvenes argelinos, tunecinos y sirios participar en un foro en Córdoba

El Encuentro Euromediterráneo de la Juventud celebrado hasta el pasado domingo en Córdoba ha posibilitado que distintas asociaciones sociales y culturales de países ribereños apuesten por cuestiones tan básicas como el entendimiento entre culturas o el respeto al medio ambiente. Pero no han estado todos los que debían. Los representantes de Túnez, Siria y Argelia se han quedado con las maletas en la mano después de que el Gobierno diera "marcha atrás a los visados que en principio habían concedido", según Eduvigis Collado, integrante de CIC-Batá, asociación organizadora del foro.

Algo parecido ocurrió con los cuatro representantes marroquíes de la asociación Chantiers Socialix Marocains (CSM), que llegaron el viernes cuando el encuentro había comenzado el martes. Mohammed Lahrech, responsable de CSM, aseguró que "los españoles iban a Marruecos en los sesenta a trabajar, así que cerrar las fronteras sólo impide el enriquecimiento mutuo".

Los organizadores dicen que los visados se negaron por "riesgo de inmigración"

Eduvigis Collado lamentó que el Gobierno obstaculice una iniciativa de la que "tenían amplio conocimiento y que está subvencionada por la Unión Europea". Según la representante de CIC-Batá, recibieron una llamada el domingo -un día antes de la llegada prevista a España- para advertirles de la suspensión de los visados a los representantes sirios, argelinos y tunecinos "por el alto riesgo de inmigración", puntualiza Collado.

La representante de CIC-Batá lamentó las dificultades puestas en un proyecto subvencionado por el programa Euromed". Collado aseguró que la Agencia Nacional, que evalúa los resultados del encuentro, se puso en contacto con ellos y les recomendó que la próxima vez lo organizaran a través del Instituto de la Juventud (Injuve), dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

La representante de CIC-Batá recuerda que en un encuentro precedente no hubo ningún tipo de problemas. "El problema es que lo organice una ONG", sentencia. A pesar de todo, una veintena de jóvenes representantes de asociaciones de Italia, Francia, Marruecos, Grecia y España disertaron en la Biblioteca Viva de Al-Andalus de Córdoba desde el martes hasta el domingo para estrechar lazos y concretar proyectos de cooperación bajo la red Mare, que agrupa a 75 organizaciones de países del Mediterráneo. Realizaron talleres y mesas redondas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Leticia Toledo, representante del grupo de apoyo al Movimiento sin Tierra de Brasil, denunció que las multinacionales promueven investigaciones sobre plantas de Brasil que tradicionalmente son usadas por los chamanes de la tierra. "Estas empresas patentan estas plantas y luego presentan pleitos contra quienes las usen con finalidad medicinal, aunque sean indígenas", asegura. Ésta no es la idea de cooperación internacional que tiene tanto Leticia como sus compañeros.

Leticia Toledo, que estudió Ciencias Ambientales y tiene ahora 24 años, cree que la ciencia está para resolver problemas ambientales, pero al final sacan partido a problemas en lugar de solucionarlos. Toledo, que junto a sus compañeros participaron en la marcha contra la guerra en Irak del pasado sábado, hizo hincapié en que estas mismas grandes empresas se han apropiado de los coches ecológicos, que, en su opinión, son guardados en un cajón por las firmas petroleras y automovilísticas hasta que se acaben los recursos de la tierra, como el petróleo.

Una de las conclusiones del encuentro apuntó a que la cuestión medioambiental es desesperanzadora. Según los debates que se realizaron, todos los acuerdos firmados para la reducción del CO2 "no se cumplen y se superan". España es uno de los países que según estos jóvenes ha malinterpretado estos pactos, ya que entienden que estaba por debajo de los límites cuando se firmaron y en poco tiempo ha multiplicado por dos sus emisiones.

La organización ha previsto también una serie de intercambios con los países de la red Mare. Además, el encuentro ha decidido que una de las asociaciones de la red se encargue de manera itinerante de canalizar las informaciones de los distintos países que necesiten proyectos de cooperación, algo que no se realizaba y que consideran la piedra básica para ayudar a los que no tienen voz.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_