Todos quieren formar gerentes

No es una carrera eminentemente vocacional, ni sobresale por tener una nota de corte inexpugnable, pero se alza como la predilecta en todos los campus. Un total de 8.050 alumnos están matriculados este curso en la licenciatura de Administración y Dirección y de Empresas (ADE) en la Comunidad Valenciana, según datos facilitados por las distintas universidades. Su imperio se extiende a lo largo de las cinco universidades públicas valencianas, a sus cuatro centros privados adscritos y a la universidad privada Cardenal Herrera-CEU.

Desde que a principios de los noventa la licenciatura de ADE pasara a estudiarse como una carrera autónoma y no como especialización dentro de la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales, que también aglutinaba a los que ahora estudian Economía, ha logrado destronar a ésta.

Economía, por ejemplo, no se imparte ni en toda la oferta pública, ni en la privada. Y allí donde está instaurada no regenta sobre tantos súbditos. Basta con observar las plazas que en primer curso ofertan las universidades para hacerse una idea. La más grande entre la grande oferta, la Universitat de València ha matriculado en primer año a 425 alumnos en ADE, frente a los 300 de Economía. La segunda más voluminosa de esta licenciatura, la Universidad de Alicante, donde estudian 1.700 alumnos se repite la tónica en primera matrícula: 400 plazas en ADE, frente a los 250 de Economía.

La Universidad Politécnica de Valencia estrenó este clásico empresarial hace relativamente poco tiempo. No apostó por Economía. Tampoco llegó a cuajar en la Jaume I, ni en la Miguel Hernández.

En el curso 97-98 arrancó ADE en la Politécnica de Valencia en el campus de Alcoi, y un curso después abrió también en el campus de Vera, enfrente de la Facultad de Economía de la Universitat. De momento, y a tenor de las últimas cifras de admisión no hay problemas para llenar. En la Universidad Politécnica 352 alumnos solicitaron ADE como primera opción este curso, adjudicándose 152 plazas. En la Universitat 509 alumnos la eligieron en primera opción en junio. Ya hubo lista de espera.

Son situaciones que ilustran que el sistema público todavía no puede absorber la gran demanda. Y es ahí donde surge el mapa de centros privados y su singular batalla por atraer alumnos, que estos años se recrudece por la recesión en el número de alumnos.

En Alicante la amplia oferta se repite. "En 100 kilómetros a la redonda tenemos hasta siete titulaciones de ADE", revela Joaquín Marhuenda, el decano de la facultad en la Universidad de Alicante, desmigando una nómina compuesta por tres centros valencianos circundantes: la Cardenal Herrera-CEU (Elche), la Miguel Hernández y la Universidad Politécnica de Valencia (Alcoi), y tres centros murcianos: la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena y la Católica de San Antonio de Murcia.

¿Cuáles son las razones del éxito de ADE? Los decanos y directores de centros consultados aseveran que la proliferación obedece a "la gran aceptación social" de la carrera y a "la gran demanda de trabajo"; otra cuestión es "en qué están trabajando los titulados", puntualiza Enrique Villarreal, el decano de facultad en la Universitat de València, quien ha detectado situaciones de subempleo, sobre todo, en los primeros años.

Sus homólogos en otras universidades, como Joaquín Marhuenda, de la Universidad de Alicante, apuntan un segundo factor puramente económico: "Su implantación supone un bajo coste. Para los centros privados empezar con Medicina, con los laboratorios que requiere, es muy caro". Desde la Universidad Jaume I de Castellón tanto el decano de la Facultad, Germán Orón, como el director de la titulación, Antonio Micó, arguyen que ADE equivale a "un seguro para un inicio de actividades exitoso". Con una nacimiento parejo al de la Univesidad Jaume I en 1991, ADE ha sido de los estudios más solicitados a lo largo de los últimos doce años; aquí no se imparte Economía. La principal diferencia es el enfoque más global de la segunda, que analiza la economía en su conjunto y cuyos estudiantes recalan en el sector bancario o ejercen como analistas, frente a la primera, que está dirigida a auditorías y pymes, con una orientación más práctica para dirigir el día a día de un negocio. Por todo ello, Villarreal augura buenas perspectivas laborales, merced a la realidad económica valenciana que se caracteriza por un entramado de empresas familiares, hasta ahora "poco tecnificadas", es decir, casi impermeables para los licenciados.

Entre la vasta oferta empresarial las peculiaridades de cada titulación se perfilan como claves para elegir. Aunque en la práctica, y según Marhuenda sólo se aplica entre los privados, pero no afecta a los públicos: "Ojalá existiera un ranking que permitiera a los estudiantes elegir por calidad y no por proximidad. El alumno español se encuentra con la traba de la movilidad universitaria por la inexistencia de un programa de becas equivalente al británico, y el alumno no mira los parámetros diferenciadores".

Con todo, sí que se encuentran peculiaridades en la manera en que las universidades abordan ADE. En Alicante, por ejemplo la carrera se caracteriza por ofrecer hasta cuatro especialidades empresariales distintas que se extraen por la manera de organizar la oferta optativa y, además existe la posibilidad de cursar estudios simultáneos: ADE y Derecho. Las particularidades de la Universitat son la doble titulación en el Graduado Europeo en Economía, y en Administración y Dirección de Empresas, lo que permite obtener otro título avalado por universidades europeas; la docencia en inglés desde primero, y dos segundos ciclos complementarios: la licenciatura en Ciencias Actuariales y Financieras, y la Licenciatura en Investigación y Técnicas de Mercado. Su decano Villarreal anticipa que con el nuevo espacio europeo configurado por Bolonia, antes de 2010 se diversificará la oferta. Porque todas las carreras compartirán un tronco, o primer ciclo, y en el segundo se abrirá el abanico. En la Politécnica se acentúa "el componente tecnológico y práctico" en ADE, indica su decano, Enrique de Miguel, quien destaca las líneas de intensificación a partir de tercero: industria agroalimentaria, industria, servicios y construcción. Además se cursan dos títulos propios: Contabilidad y Finanzas, y Gestión Internacional. En la Jaume I destaca por el carácter obligatorio de las prácticas durante ocho semanas. La Miguel Hernández, cuya primera promoción se licenciará el curso próximo, es la más joven valenciana en ADE.