'Blues' del delta del Nervión
Nace en Bilbao la primera asociación española dedicada al disfrute y promoción de este estilo de música
El delta del Nervión no puede compararse con el del Misisipí en lo que se refiere a la producción de artistas y grupos de blues. Mientras la desembocadura del río estadounidense ha dado incluso nombre a una primigenia vertiente del género, a la ría bilbaína sólo llegan los ecos de un puñado de entusiastas, como Taladrina y Los Fastuosos de la Ribera. Los más conocidos intérpretes del país, Vargas Blues Band, Tonky Blues Band y Ñaco Goñi & Bluescavidas, tienen su base en Madrid.
Pero pese a esa escasa aparición de músicos vinculados a los clásicos 12 compases, la capital vizcaína puede presumir desde hace un mes de dar cobijo a la sede de The Basque Country Blues Association, la primera surgida en España (en el resto del mundo hay más de 600) dedicada al disfrute y promoción de la música blues. "Es una asociación sin ánimo de lucro que busca preservar una tradición, informando y promocionando el blues en el País Vasco", precisa su presidente, J. L. Longfingers.
"El blues es bastante apreciado por una franja de edad que va de los 30 a los 45 o 50 años. Lo que pasa es que la oferta de blues no se difunde ni promociona como debería hacerse. La afición existe, lo que hace falta es coordinarla, organizarla, juntarnos y tener un medio de comunicación", asegura Longfingers, quien sostiene que los aficionados vascos "no tienen motivo para la queja".
Entre los cometidos de The Basque Country Blues Asociation figura precisamente "coordinar", para que "los conciertos no se solapen y no haya artistas que no se conozcan". Y tras esa intención se encuentra un objetivo práctico: "Que el balance de los conciertos en el País Vasco sea abundante y de calidad, y que el promotor no pierda su inversión. Porque si pierde no vuelve".
La asociación dispone de un local en la calle Henao de Bilbao, donde se reúne una dirección que "pega carteles en zonas determinadas e incluso escribe crónicas del artista". Sin embargo, el propósito es que la auténtica sede sea su página web www.basquecountryblues.org, donde los aficionados podrán asociarse pagando "una pequeña cuota anual de 20 euros".
¿Qué se ofrece a cambio? "Hemos conseguido que algunos promotores hagan descuento en las entradas, negociamos co tiendas, productoras y editoras rebajas en discos de blues, se puede acceder a discos que no están distribuidos en el País Vasco o camisetas firmadas por artistas, y cosas similares. También podemos conseguir que el artista haga un concierto acústico para la gente de la asociación y lograr que vaya a un taller de blues", afirma Longfingers, conductor del programa El Autoblues en Radio Intereconomía.
Menos minoritario
The Basque Country Blues Association quiere convertir Euskadi en una referencia dentro del circuito blusero europeo. Ya cuenta con medio centenar de asociados.
"El blues es una música de minorías, pero de menos minorías que el jazz, porque el blues tiene muchas vertientes y variables. Hay mucha gente que escucha el blues rock de Aerosmith, AC/DC y hasta los Rolling [Stones], luego estamos mucho más cerca de una gran masa de gente", sentencia Longfingers.
El objetivo inmediato de The Basque Country Blues Association es llegar a "250 o 300 socios". Entonces, tendría el respaldo suficiente para organizar un festival de blues "de dos o tres días de duración en octubre o noviembre", probablemente en el Kafe Antzokia de Bilbao. También figura entre sus intenciones alojar un canal de blues en su página de Internet, una especie de emisión radiofónica especializada.
Más ambicioso aún es otro de sus anhelos: cambiar los hábitos de Bilbao, "una ciudad muerta" entre semana, con una oferta de conciertos. "Los pocos músicos que vienen se asombran de que no haya más oferta en vivo, y en los hoteles no saben qué recomendar a los clientes que han venido a ver el Guggenheim", concluye Longfingers.
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