San Telmo funde arqueología y tecnología para recorrer la historia del hierro en Guipúzcoa
La muestra busca nuevas fórmulas para acercar el patrimonio a los ciudadanos
El Museo San Telmo de San Sebastián vuelve hoy su mirada al pasado para reconstruir la historia de Guipúzcoa a través del hierro. Pero no lo hace en una exposición al uso. Ferrum. Burdina Gipuzkoan. El hierro en Guipúzcoa recorre más de 2.000 años a través de la integración de distintas disciplinas, arqueología, historia y arte, realzadas por el uso de las nuevas tecnologías. La muestra, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 15 de junio, es un experimento de varias instituciones que persigue explorar nuevos caminos para la transmisión del patrimonio a los ciudadanos.
La exposición, financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología dentro del programa de fomento de la investigación técnica Profit 2002, ha conseguido reunir en una misma iniciativa -"la democratización de la cultura", como la califican sus promotores-, al Museo San Telmo, la Universidad de Deusto y la Asociación VICOMTech. "Creemos que las nuevas tecnologías pueden romper barreras y acercarnos a la población", aseguró ayer Elena Barrena, decana de la Facultad de Ciencias Humanas de la universidad privada. O, al menos, a aproximar su mirada al arte, como se aprecia en la muestra.
Los responsables han tenido la excusa perfecta para hacerlo a través de Pueblo de ferrones, uno de los lienzos de José María Sert, vinculado directamente con la temática de la exposición. En la pared de la iglesia de San Telmo, donde está ubicada la muestra, el artista pintó a un grupo de trabajadores, situados delante de un inmenso yunque y en medio de un gran resplandor, que trabajan en la forja de un ancla monumental. La estampa evoca los tiempos en que la ferrería Gilisasti fabricaba anclas para la armada inglesa, una escena que ahora puede apreciarse como a través de una lupa.
Frente al lienzo se ha instalado una mesa con una pantalla táctil. A través de un sistema de visualización multimedia, el visitante tiene la posibilidad de recorrer al detalle la obra del artista, muy poco iluminada y alejada de la vista humana, dada su altura. Las escenas concretas que llamen su atención se pueden ver al instante y con absoluta nitidez en una segunda pantalla de gran tamaño.
En todo caso, éste no es el único camino innovador que se investiga en esta exposición para transmitir la importancia que han tenido la extracción, la fabricación y el comercio del hierro en la historia de Guipúzcoa. En el punto central de la muestra se ha colocado una vitrina en la que se reconstruyen virtualmente hoces, ballestas, espuelas y otras piezas arqueológicas de gran valor que se proyectan mediante un demostrador para que el visitante las pueda contemplar, gracias a unas gafas, en tres dimensiones tal y cómo eran en su época.
Todas salvo una, la hoz, están presentes en las vitrinas tradicionales, situadas justo al lado. La instalación virtual aporta información añadida. Físicamente sólo se dispone del enganche de la ballesta y, sin embargo, la reconstrucción muestra la pieza completa. Lo mismo ocurre con la espuela, que en la pantalla figura en su posición normal en una bota. La hoz real, la obra más antigua de la exposición, no puede verse en San Telmo, porque es una pieza muy frágil y se ha optado por la prudencia para evitar cualquier riesgo de deterioro, según Larraitz Arretxea, profesora de Conservación del Patrimonio en Deusto. Este instrumento es uno de los primeros testimonios de la metalurgia del hierro en Guipúzcoa. Tiene más de 2.000 años y fue hallada en el poblado de Intxaur en Albiztur.
Ferrum se articula en torno a cuatro grandes temas: la guerra, la industria, la producción doméstica y la construcción naval. Cada uno de ellos se explica a través de objetos -botas de guerrero, cascos, escudos, cerraduras, llaves, tijeras, cadenas o ruedas de metro-, paneles y fotografías. No todos son antiguos, como las ruedas fabricadas recientemente por CAF para el metro de México. "El patrimonio no está sólo en la antigüedad. Hay que desterrar esa idea", apunta Arretxea. Quien quiera ahondar en él dispone de un punto de información para acceder a páginas web relacionadas con el hierro, la industria y su desarrollo en esta provincia, o bibliografía sobre este asunto.
La muestra es un proyecto de investigación aplicada. Por eso se medirá su impacto en los visitantes. "No sólo en temas de conocimiento", señaló Barrena, "sino también en las nuevas emociones o sensaciones que crea esta vía de comunicación. Y ver si genera más ganas de penetrar en la cultura".
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