El diseño se lanza a un año de celebraciones

Hoy hace 100 años que se fundó el Fomento de las Artes Decorativas (FAD), una entidad barcelonesa clave en la promoción y difusión de la arquitectura y el diseño en España. Ha sido la excusa para declarar 2003 Año del Diseño, una celebración que inaugura oficialmente hoy Felipe de Borbón en Barcelona y que reunirá hasta diciembre más de 250 actividades con un presupuesto global de unos seis millones de euros. Juli Capella, presidente del FAD, está convencido de que habrá "un antes y un después" de este año para la consolidación en España del sector del diseño, cuya imagen frívola se intentará combatir con exposiciones, seminarios, congresos y todo tipo de actividades destinadas a explicar la importancia estratégica de la disciplina.

Una de las frases promocionales de esta celebración es: "Diseño no es lo mismo que 'de diseño". El arquitecto y diseñador Juli Capella, uno de los principales promotores de esta disciplina desde finales de los ochenta, lo explica de otra manera: "No se dice restaurantes de gastronomía, pero en cambio se habla de bares 'de diseño'. Es un error porque todos los bares, bien o mal, están diseñados, igual que todos los restaurantes, sean buenos o malos, son de gastronomía. Durante este año intentaremos desenmascarar esta imagen del diseño como algo caprichoso, frívolo, barroco y caro. Defendemos el buen diseño, que puede ser anónimo o de autor, pero que en cualquier caso es algo que está presente en la vida cotidiana de toda la ciudadanía; por lo tanto, tiene una función social, y, además, puede ser un instrumento clave en el futuro del país".

Capella es un entusiasta -su llegada a la presidencia del FAD ha vuelto a poner en evidencia que es un hombre capaz de convencer tanto a ministros como a artistas alternativos- y tiene claro el porqué de esta importancia estratégica del sector. "Primero, porque en España no tenemos materias primas. En segundo lugar, porque somos un país sin tecnología punta. Y por último, porque la mano de obra barata, que hasta ahora era una de las bazas de competitividad que tenía España, se ha acabado y a muchas industrias les resulta más económico establecerse en China o en los países del Este. La incorporación del diseño permite ofrecer productos más ingeniosos que suponen un aliciente para el consumidor y, además, ayudan a vivir mejor".

Reticencia de la industria

No es algo en lo que todo el mundo esté de acuerdo. Según un estudio editado en 2001 por la Federación Española de Entidades de Promoción del Diseño, el 68% de los empresarios del sector industrial no consiguen ver la importancia del diseño en su negocio. Capella afirma: "Es paradójico porque está claro que están haciendo diseño, o sencillamente lo copian, y ni siquiera se dan cuenta de ello. A veces la gente piensa que incorporar diseño quiere decir contratar a Mariscal, y no se trata de eso, sino de que antes de producir un producto hay que pensarlo. El diseño sólo es posible cuando hay una simbiosis entre industria y cultura. Si sólo funciona una de las partes, estamos hablando o bien de copia o bien de arte y artesanía".

En general, pese a que Capella advierte una mayor sensibilidad entre las nuevas generaciones de empresarios interesados en la innovación, la empresa sigue siendo la gran asignatura pendiente del diseño. Otra cosa son las instituciones. El Año del Diseño está avalado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, que aportan a partes iguales los 2,070 millones de euros del presupuesto oficial de esta celebración. Los seis millones de euros de presupuesto global que calcula la organización surgen de la suma de todas las aportaciones que las entidades culturales públicas y privadas invertirán en las actividades del evento.

Capella es consciente de que puede resultar llamativo, por lo recurrente, que, pese a que se incluyen actividades en otras ciudades, la mayoría se desarrollen en Barcelona. "Los estudios oficiales señalan que el 37,9% de la oferta de diseño en España se concentra en Cataluña y la siguiente comunidad es Valencia, con el 13,7%", señala. "Casi la mitad del diseño español se produce en Cataluña y Barcelona es la capital natural del diseño en España como Milán lo es de Italia. Es lógico que la mayoría de las actividades se concentren en esta ciudad".

Otra razón es que el Año del Diseño, cuyo comisario es Joan Vinyets, sustituye, provisionalmente, a la Primavera del Diseño, que venía celebrándose en Barcelona y otras poblaciones catalanas. Esta bienal, que pusieron en marcha en 1991 el mismo Capella y su entonces socio Quim Larrea, había entrado en crisis y este año deberá definirse de qué manera podrá tener continuidad en el futuro. Además, la declaración tiene como excusa principal el centenario del FAD, una entidad conocida en España por sus premios de arquitectura y que ha tenido etapas de gran activismo cultural en Barcelona.

Nuevas generaciones

"Cuando, tras muchas dudas, acepté ser presidente del FAD, era consciente de que lo sería durante el centenario", indica Capella. "Me daba mucha pereza una conmemoración autocomplaciente y endogámica, pero al mismo tiempo pensaba que teníamos que aprovechar para dinamizar y reavivar el compromiso fundacional de la entidad con la sociedad. El FAD no es un colegio profesional ni una escuela, sino un instrumento de activismo a favor del buen diseño y la arquitectura, una entidad independiente que se financia con las cuotas de sus 1.500 socios y el patrocinio. Pensé que era la maquinaria más bien engrasada para idear, liderar y organizar un año dedicado al diseño. Es cierto que esto diluye un tanto el centenario, pero a medio plazo beneficiará a la entidad". De momento, en su nueva sede, en el Convent dels Àngels, Capella ha impulsado que el colectivo de arquitectos Xanifes rehabilite la cripta del viejo convento para presentar allí este año una exposición sobre la historia de la entidad.

A la junta directiva también se han incorporado jóvenes diseñadores, como Emili Padrós y Óscar Guayabero, que serán, con Martín Ruiz de Azúa, comisarios de tres de las exposiciones estrellas de este año. "Espero que sea el año de la consagración de estas nuevas generaciones. Por eso son comisarios, porque ahora son ellos los que tienen que hacer el esfuerzo de dar a conocer lo que se está haciendo de nuevo en este ámbito tanto en España como fuera de ella".