La policía halló entre unos matorrales la estatua robada en una iglesia sevillana
Los agentes vigilaron la zona a la espera del supuesto comprador
La policía devolvió ayer la estatua de san Francisco muerto robada del pórtico de la iglesia de Los Terceros, en Sevilla, el pasado 13 de febrero. Agentes de la comisaría del distrito Centro localizaron la figura el jueves en unos matorrales junto al apeadero del AVE en la isla de La Cartuja. La policía mantuvo allí la obra durante 48 horas a la espera de un supuesto comprador que debía recogerla y que nunca apareció.
La estatua de terracota de san Francisco muerto robada de la base del pórtico de la iglesia de Los Terceros, en Sevilla, en la madrugada del 13 de febrero, esperó 48 horas a sus compradores oculta en unos matorrales junto al apeadero del tren de alta velocidad en la isla de La Cartuja antes de que la policía la recuperara.
La imagen se convirtió así en el señuelo con el que los agentes de la comisaría del distrito Centro que la habían localizado en la tarde del jueves pasado esperaron hasta el sábado para intentar desmantelar la operación de compraventa con la que los ladrones querían cerrar su atraco.
El interesado por llevarse a su casa la figura falló a la cita y los policías retiraron la estatua de su escondite para devolvérsela a su legítimo propietario, la Archidiócesis de Sevilla, cuyo secretario general la recibió ayer en la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental.
El inspector jefe de la comisaría Centro, Juan Murillo, explicó ayer, antes de devolver la estatua a la Iglesia, que tras el robo y ante la certeza de su entrada en el mercado ilegal de compraventa de obras de arte, la investigación de los agentes de su departamento logró la información de que el ladrón, al que se confía en detener en breve plazo, negociaba la venta de la figura y que la transacción se realizaría en las inmediaciones del apeadero del AVE en la isla de La Cartuja.
La policía localizó la imagen donde iba a ser recogida, aunque quien la dejó allí se les escapó entre los dedos. Los agentes esperaron 48 horas más la llegada del supuesto comprador, que nunca acudió.
La figura data de finales del siglo XIX o principios del XX y aún no se conoce el precio por el que iba a ser vendida. En principio se pensó que la figura robada era la de san Elseario, del siglo XVII, que corona el pórtico de Los Terceros.
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