A quien corresponda

Me produce pena oír el discurso que algunos funcionarios docentes hacen contra los interinos, como que no queremos aprobar las oposiciones o que nos pongamos a estudiar. Quien así piensa es porque nunca ha tenido que pasar por el calvario de ser interino.

Sería conveniente que algunos de ellos reflexionaran y cargasen las tintas de sus indignaciones sobre quien lleva a cabo la colocación de efectivos, que no es otro que la Administración. ¿O es que acaso un interino decide dónde quiere trabajar?

Animo a los funcionarios a que aúnen sus fuerzas para que la Administración saque todas las plazas a concurso de traslados, si tan convencidos están de que se está cometiendo un atropello contra ellos. Pero no más mentiras, no más acusaciones contra los que no tienen culpa de nada.

Los que así opinan no han pensado que algunos llevamos años trabajando, que tenemos cargas familiares y ello hace que no podamos competir igualdad de condiciones con aquellos que acaban de terminar una carrera.

En el colectivo de profesores, lo que brilla por su ausencia es el compañerismo, el corporativismo. Aquí cada cual va a lo suyo, a mirarse su propio ombligo, y así nos va a unos y a otros.