El Ejecutivo concluirá este año el estudio para la creación de una 'Biblioteca Nacional'

El País Vasco carece de una cabecera que centralice y responda a las necesidades de su red de bibliotecas públicas. Pero no será así por mucho tiempo. El Ejecutivo autónomo culminará a finales de este año un estudio para la creación de una Biblioteca Nacional vasca, que asumirá el depósito legal de libros, aglutinará la bibliografía relacionada con Euskadi y dará servicio a todo el sistema de centros a través del inventariado y la catalogación. El proyecto se incluirá en el plan de infraestructuras culturales dentro de un año, según fuentes del Departamento de Cultura.

El Ejecutivo ha consignado en sus presupuestos de 2003 una partida de 120.000 euros para impulsar este estudio desarrollado por su servicio de bibliotecas. En todo caso, apuntan las mismas fuentes, el diseño de esta infraestructura cultural requerirá de una reflexión del propio sector, el primero que ve la necesidad de crear una cabecera para el sistema. La existencia de este centro apenas será perceptible por los usuarios de las bibliotecas muncipales y forales. Dará fundamentalmente respuesta a las necesidades de la red y de los investigadores. "Una biblioteca de estas características no es una sala de estudio para preparar un examen o para leer un libro", señalan dichas fuentes.

Su función es bien distinta. Como corazón del sistema deberá asumir labores hasta ahora realizadas por otras instancias. Asumirá el depósito legal, es decir, guardará un ejemplar de cada una de las obras publicadas en Euskadi, tarea que en la actualidad realiza el Gobierno vasco. Pero también se hará cargo de la bibliografía nacional: reunir todos los libros publicados en el País Vasco referidos a asuntos de esta comunidad o escritos por autores vascos. A ello se añade la catalogación -que será bilingüe- y el inventariado de publicaciones de toda la red, del que hoy se encarga el sistema de bibliotecas del Ejecutivo.

Flecos pendientes

El proyecto tiene flecos aún pendientes. "Estamos analizando también si sería conveniente o no que el archivo histórico del Gobierno vasco estuviese interconectado con la Biblioteca. Parecería lógico", apuntan quienes la diseñan. Lo único claro es que el estudio estará finalizado en 2003 y que en un año se incluirá en el plan vasco de infraestructuras. ¿Se baraja alguna ubicación? "Ésta no es aún la fase. Primero hay que ver las necesidades para después determinar su estructura física y su ubicación", responden las fuentes informantes.

La determinación de crear esta Biblioteca es fruto de un largo proceso de reflexión desarrollado de forma paralela al trabajo de inventariado y catalogación de los fondos de los centros municipales realizado por el servicio de bibliotecas del Gobierno vasco. Aunque el Ejecutivo no es propietario de estos centros, la ley de Patrimonio le otorgó en los 90 la responsabilidad del sistema.

Euskadi cuenta con 290 bibliotecas municipales, que suman unos 400.000 usuarios anuales, y tres forales -una de ellas, la de Álava, propiedad del Gobierno central, en cesión-. Sólo dos de estos centros han tenido un peso importante: la Biblioteca Foral de Vizcaya (236.775 usuarios) y la del Koldo Mitxelena (606.043 visitas el año pasado), de la Diputación de Guipúzcoa. No ha habido en la historia del País Vasco un centro -como la biblioteca que nació en Cataluña ligada al Instituto de Estudios Catalanes- que pudiera convertirse con el tiempo en cabecera del sistema.