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INTERNACIONAL

Entre piratas y corsarios

Kazaa ha tomado el relevo de Napster en el acceso gratuito a la música por Internet

Las fusiones son una de las estrategias de las discográficas para salir de la actual crisis, mientras tratan a la desesperada de taponar la sangría de ingresos creada por la piratería. Las editoras consiguieron cerrar hace año y medio Napster, el servicio de compartir archivos en Internet, pero la nueva cultura del acceso gratuito a la música ya había arraigado y el relevo fue retomado por Kazaa y otros que han demostrado ser más elusivos y difíciles de combatir.

Sony y Universal, por un lado, con PressPlay y BMG, EMI y Warner, por otro, con MusicNet crearon entonces unos sistemas alternativos de acceso digital y de pago para disuadir la piratería. Nacieron como competidores, sin permitir el acceso desde uno a los artistas del otro, pero la imbatible realidad de la piratería les obligó a poner en común toda la música. La misma presión les ha llevado a establecer alianzas y participaciones cruzadas (Sony, en MusicNet; RealNetworks, el cuarto socio de MusicNet, en el proveedor rival Listen.com) en un modelo que no termina de cuajar y que no llega al medio millón de abonados frente a los 60 millones de usuarios de Kazaa.

En este entorno hostil, AOL acaba de anunciar que ofrecerá a sus 27 millones de suscriptores en Estados Unidos la posibilidad de tomar música desde MusicNet, en una gama de precios que por 3,95 dólares mensuales permite la escucha de 20 temas y la bajada al disco duro de otros 20; por 8,95 dólares provee un número ilimitado de ambas opciones, y por 17,95 acepta el tostado en CD de 10 títulos. Para los analistas, el salto de AOL a la palestra es el mayor conejillo de indias digital que ha visto hasta la fecha el sector, un experimento que las discográficas y otros proveedores de música digital van a escrutar con extrema atención durante los próximos meses.

AOL aporta una clientela cautiva, con millones de abonados ajenos a la piratería, a quienes se ofrece la oportunidad acceder a música de forma directa, rápida, limpia y sin riesgos de virus. "Hasta ahora lleva entre ocho y diez intentos encontrar lo que se está buscando en servicios como Kazaa, por errores en la descripción de lo ofertado", explicaba Kevin Conroy, vicepresidente de AOL, al presentar la nueva estrategia. "Hemos obligado a la gente a hacer cosas ilegales porque no les ofrecíamos un sistema fácil para conseguir lo que querían". Los escépticos dudan de que así se vaya a acabar con la piratería. No ya sólo por la notable diferencia que hay entre pagar y no pagar. Tal y como está concebido AOL, el abono de los 8,95 dólares permite al aficionado hacerse con una majestuosa colección en el disco duro, pero en el momento en que deja de abonar el servicio pierde el acceso a esa discoteca.

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