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Un paraguas público para Azkoyen

El Gobierno navarro entra en su capital, tras caer un 97% su beneficio neto

El Gobierno navarro se ha convertido en el primer accionista del grupo Azkoyen, con el 9,59% del capital. A través de Corporación Caja Navarra, la división de participaciones empresariales de la entidad financiera (controlada con una amplia mayoría del consejo de administración por el Ejecutivo de Unión del Pueblo Navarro), las instituciones públicas han tomado una posición de privilegio en la empresa española líder en venta de máquinas expendedoras y medios electrónicos de pago.

La consolidación inversora del Ejecutivo foral a través de su brazo financiero se ha producido en un momento muy delicado para el grupo navarro. 2002 fue un año muy negativo para Azkoyen. Su beneficio neto se redujo en un 97%, desde los 16,83 millones de euros de 2001 a 486.000 euros, y su volumen de negocio se redujo en un 29%, hasta 127,15 millones.

El peso del grupo en el tejido industrial navarro y las sinergias de su amplia red de distribución peninsular pueden explicar la operación

Pese a este frenazo en su actividad, el grupo corporativo de Caja Navarra (CAN), que poseía desde junio de 2001 un 5,16% de su capital, adquirió en Bolsa en diciembre un 4,43% más. CAN designó en enero a su propio director general, Enrique Goñi, hombre de la máxima confianza del presidente navarro, Miguel Sanz, consejero de Azkoyen.

Aunque la caja no ha explicado los motivos que le han llevado a la adquisición de estos títulos, fuentes próximas a la operación han recordado las importantes participaciones accionariales de CAN en firmas agroalimentarias como Gutarra (líder español en conservas vegetales en vidrio), Alinaco, Enaquesa o Bodegas de Sarría) y la han relacionado con el hecho de que Azkoyen posee la mayor red comercial de abastecimiento del sector hostelero de España y Portugal, con más de 600 profesionales. Una presencia destacada en Azkoyen puede facilitar el acercamiento a esos vastos canales de distribución de los productos de sus otras empresas participadas.

Los malos resultados de Azkoyen en 2002 y el hecho de que ésta sea una empresa puntera en el tejido industrial navarro pueden explicar también la operación desde un posicionamiento estratégico. Corporación CAN refuerza la protección al holding frente a posibles opciones de compra por parte de grupos nacionales o extranjeros. El fortalecimiento de la base accionarial, formada hasta ahora por los grupos familiares navarros presentes en el consejo (15% del capital, según fuentes de la CNMV) es una de las explicaciones emanadas del entorno de la caja.

Los rumores sobre la aplicación de medidas legislativas muy restrictivas para el consumo de tabaco (prohibición de las máquinas expendedoras) fueron, según informa la compañía, uno de los motivos de la fuerte reducción de inversiones de las operadoras de máquinas expendedoras y de la reducción en un 20% de los pedidos de los empresarios de hostelería.

A ello se ha sumado el efecto de la renovación de equipos y componentes que la firma tuvo que acometer en 2001 y primer trimestre de 2002 ante la introducción del euro. Azkoyen afrontó la difícil situación potenciando una renovación de la gama de productos (preferentemente relacionados con el café) e introduciendo nuevas líneas de negocio. Sin embargo, estas actividades no pudieron compensar la caída de ventas de los productos tradicionales.

La compañía ha resaltado que mantiene "sólidos fundamentos" y "margen de maniobra" para superar la crisis. Las inversiones a medio y largo plazo de 2002 ascendieron, de hecho, a 12,5 millones en inmovilizados material e inmaterial, y a 6,7 millones de euros en actividades de I + D.

Enrique Goñi Beltrán, presidente de  Caja  Navarra.
Enrique Goñi Beltrán, presidente de Caja Navarra.LUIS AZANZA

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