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AMENAZA DE GUERRA | Las movilizaciones ciudadanas

Zapatero pide a Aznar que la declaración de guerra no lleve el nombre de España

El líder socialista acusa al Gobierno de ofrecer "la peor imagen en 25 años de democracia"

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Cáceres, que ante la próxima reunión del Consejo de Seguridad, el Gobierno de José María Aznar tiene "una última oportunidad" para ponerse del lado de la paz y no como aliado de la guerra: "Evite que la declaración de guerra lleve el nombre de España, hará lo que quiere la mayoría de los españoles y hará un gran servicio a la paz y a un orden internacional más justo".

Zapatero lamentó que frente a la alternativa que encabeza Francia, y "que quiere la paz, el desarme de Irak y que trata de dar una oportunidad al pueblo inocente", España se coloque del lado del bloque liderado por George Bush, apoyado sistemáticamente por Aznar "y que no da ninguna oportunidad ni a la paz ni al pueblo de Irak. ¿Por qué esa prisa después de 11 años, no merece la pena intentarlo; escuchar y atender lo que han dicho los inspectores: gente honesta e independiente?", preguntó ante cerca de 6.000 personas.

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En un auditorio entregado, donde proliferaron tanto las pancartas reivindicativas de la mujer como las consignas contra la guerra, el líder socialista reprobó al Gobierno su actuación el viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU: "La actitud del Gobierno de Aznar hizo que nuestro país diera ante el mundo una de las peores, por no decir la peor imagen de estos 25 años de democracia".

Zapatero recordó a Aznar que hay millones de españoles indignados con la actitud de su Gabinete. "Tiene que entender que hay indignación porque nos engañó y hay alternativa" y le reiteró: "Rectifique, tenga el coraje y la valentía política de rectificar y la próxima semana no apoyar la opción bélica sino la opción de tiempo, de inspectores y de la paz".

El dirigente socialista, acompañado del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, atribuyó asimismo las masivas movilizaciones ciudadanas no sólo al rechazo a la guerra o al desastre del Prestige sino también a la crisis de libertades: "Seguramente habría menos gente en la calle y menos pancartas y manifestaciones si toda esa gente pudiera expresarse libremente en las televisiones y las radios que manipula y controla cada día" el Gobierno.

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