La secreta ayuda a Sadam
Falluja 2 es uno de los secretos mejor guardados por Londres por más de 25 años. Lo era hasta ayer, cuando el periódico británico The Guardian dio a conocer que el Gobierno de Thatcher financió a espaldas de EE UU la construcción de esa planta química en 1985, con conocimiento de que en ella se produciría gas mostaza, y que ahora ha sido identificada por Powell como una de las armas de destrucción masiva en manos de Sadam.
El ministro de Comercio británico de esa época, Paul Chennon, fiel a la línea pro-Sadam de Thatcher, ocultó la existencia de la planta y desoyó al ministro de Asuntos Exteriores, Richard Luce, quien advirtió que cuando fuera descubierta la operación dañaría gravemente la imagen del Reino Unido en el mundo.
Las armas químicas de Falluja 2 fueron utilizadas sobre las tropas iraníes durante la feroz contienda que los enfrentó entre 1980 y 1988. La planta fue terminada en mayo de 1990, en las puertas de la invasión iraquí de Kuwait. Ahora es una de las plantas que habrían sido rehabilitadas, según Powell.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.