Removiendo el presente

Algunos recordamos con especial tristeza los trágicos sucesos de Vitoria del 3 de marzo de 1976.

Aquel día tuvo lugar el más salvaje acto de represión de toda la transición, al desalojarse una pacífica asamblea de obreros a base de ráfagas de metralleta. Un fusilamiento que produjo cinco muertos, más de 120 heridos y heló el corazón de miles de españoles.

Las órdenes de aquella salvajada provenían de Manuel Fraga Iribarne, ministro del Interior. Rodolfo Martín Villa era ministro de Relaciones Sindicales en esa época.

Los demás hemos querido perdonar y olvidar, pero ellos no sólo no han pedido perdón, sino que con su gestión diaria nos recuerdan a cada momento su comportamiento arbitrario y dictatorial.

Verlos juntos otra vez, 27 años después, como presidente de Galicia y como comisionado especial del Gobierno para el caso Prestige, ya es demasiado... Por favor, que alguien jubile a esta siniestra pareja, y que disfruten de su retiro, si su conciencia se lo permite.

No pretendemos remover el pasado, pero sí remover el presente.