Perejaume provoca al espectador con sus obras llenas de metáforas
El artista catalán exhibe en Madrid sus últimos trabajos
Trazos de pintura, retazos de fotografías entrelazadas, sonidos industriales y de la naturaleza forman parte de las obras que configuran Para tocar el mundo / para no tocar el mundo, del artista catalán Perejaume. Una exposición con algunas de sus obras más recientes -fotografía, técnica mixta, grabado y vídeo- que puede verse hasta el próximo día 29 en la galería Soledad Lorenzo (Orfilia, 5), de Madrid.
Perejaume (San Pol de Mar, Barcelona, 1957) pretende con sus trabajos buscar respuestas a los miles de preguntas que se plantea. "Me siento muy conducido, sin saber hacia dónde voy. Creo que estoy a remolque de la obra, que la obra va delante. Siento que ella va dirigiéndome y yo camino detrás sacando la lengua. Por ello te va dando sorpresas y, conforme va avanzando la inercia de la obra, es mayor y vas continuando esta inercia. Sé que va hacia algún problema, pero no sé muy bien hacia dónde", asegura el artista catalán.
La obra alegórica y metafórica de Perejaume, que se caracteriza por provocar una profunda reflexión crítica en torno a los límites de la representación, se presenta a través de una serie de piezas de 2002 englobadas bajo el título de La segona naturalesa de les obres (La segunda naturaleza de las obras). En la muestra hay tres bloques: uno pictórico, en el que se exhibe un mundo en el que las mismas obras describen el territorio, las calles, el relieve; otro más cercano a temas de escritura, de trazados de rúbrica en el que los nudos de las autopistas que aparecen se asemejan a los nudos de escritura medievales; y un tercero relacionado con el sonido.
Para tocar el mundo / para no tocar el mundo muestra fotos digitalizadas impresas sobre las que el artista pinta. Perejaume imagina y representa un mundo totalmente recubierto de pinturas, de imágenes enmarcadas, algunas de las cuales borra o repinta con pinceladas o colores monocromos. El resultado que observa el espectador la mayoría de las veces es el de unos paisajes completamente recubiertos de cuadros.
En el origen de estas obras está la serie Pinacotecas, realizada por el artista entre finales de los años ochenta y principios de los noventa. Perejaume pintaba sobre fotografías de paredes de museos en las que se podían ver cuadros enmarcados cuyas imágenes interiores anulaba con pintura o borraba.
En otras fotografías aéreas de gran formato, Perejaume capta las complejas redes de comunicación de los extrarradios de nuestras ciudades (en este caso, son redes viales de Barcelona y Manresa) en las que se pone de manifiesto el caos de las carreteras y el laberinto de caminos, curvas y rotondas por donde nos desplazamos habitualmente. "Son obras que descubren el territorio, el relieve, las calles llenas de trazados, rúbricas, nudos de las autopistas que se parecen mucho a los nudos de la escritura. ¿Qué decimos con todo ello? Lo ignoramos. Obedecen a causas físicas, pero ¿por qué estos signos?".
Perejaume presenta también el vídeo Del uso, realizado en 2002, en el que pone en escena a seis personajes aislados que no hablan ni hacen ningún discurso comprensible y de cuyas bocas salen únicamente sonidos ambientales. "Es una manera de demostrar cómo el ser humano ha ido perdiendo su poder de comunicación, pierde su voz e integra en su memoria sonidos que provienen del exterior", apunta el creador. "En un mundo como el nuestro, cada vez más complejo y más saturado de información, es necesario que cualquiera, que cada ciudadano, pueda hacer sonar su instrumento, hacer sentir su voz. El vídeo tiene una parte muy pictórica porque está representada la realidad, pero las voces son como bandas sonoras, sonidos industriales, naturales". Por último, en otra zona de la exposición, Perejaume opta por presentar un siurell -instrumento musical mallorquín fabricado con terracota que al soplar emite un silbido- junto al dibujo de un hombre.
Los sonidos del vacío
Los trabajos que realiza Perejaume son intentos de describir la realidad. "Los esfuerzos que ha habido por parte del hombre para describir la realidad con el lenguaje han sido fallidos, porque al final es el lenguaje el que describe la realidad admirablemente, porque la recorre entera".Él, como artista, desconoce el camino o el lugar hacia donde se dirige, aunque tiene claro que el individuo es utilizado por la realidad. "Si los autores somos capaces de descubrir cómo es exactamente la técnica de la realidad, sólo tendríamos que copiarla. Cada vez estoy más convencido de que la realidad se va llenando de lenguajes, de procesos de lenguaje. Nosotros somos una especie de utensilios del realismo".Habla del vacío, sobre el que ha escrito y trabajado intensamente, y dice que para él es un elemento más del lenguaje. "El vacío no existe, es una sustancia en sí. El vacío en estos momentos está totalmente transitado por imágenes, ondas, voces, mensajes, que el ser humano no es capaz de percibir".
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