El Pentágono monta un rally
Concurso para conseguir un todoterreno autónomo con fines militares
El Pentágono anda a la búsqueda de inventores, aventureros, talentos, creadores de ciencia-ficción, ingenieros, programadores de computadoras, genios o quien quiera tomar el guante y participar en el llamado Gran Desafío. El premio es de un millón de dólares en efectivo para quien gane este singular rally, que se celebrará entre el 11 y el 13 de marzo de 2004 entre las ciudades de Los Ángeles y Las Vegas, con un recorrido de unos 400 kilómetros. El reto es el de construir un vehículo todoterreno que se desplaze autónomamente, sin conductor o control remoto alguno, tipo robot.
La convocatoria al concurso tiene una finalidad clara: el vehículo ganador será utilizado por el Ejército estadounidense. Según un informe del Consejo Nacional de Ciencias de Estados Unidos, los automóviles todoterreno sin conductor tienen el potencial de revolucionar la habilidad de las Fuerzas Armadas en el campo de batalla, pudiendo servir como espías de reconocimiento, señaladores de blancos y también como vehículos autónomos de combate.
Un millón de dólares para el vehículo que gane la carrera entre Los Ángeles y Las Vegas en 2004
Lo que para algunos podría parecer una invención de un delirante productor de Hollywood o el sueño de un trasnochado burócrata aficionado a las obras de Julio Verne, para la llamada Agencia de Investigación y Desarrollo del Departamento de Defensa (DARPA por sus siglas en inglés) la invención del vehículo sin conductor y sin control remoto es un proyecto de tal seriedad que se le compara con el concurso que hubo en 1927, en el que se ofrecieron 25.000 dolares a quien hiciera el primer vuelo sin escalas entre Nueva York y París, y del cual surgió el legendario Charles Lindbergh.
"Lo que queremos es inspirar a los creadores, a esos que están en sus garajes, en sus ordenadores o en los laboratorios. Queremos además capturar la imaginación del público, es ahí donde están las ideas. Será algo espectacular si alguien puede construir un vehículo autonómo que pueda viajar no menos de 300 millas (alrededor de 480 kilómetros), algo que nunca se ha hecho antes", explicó el coronel José Negron, un militar de la Fuerza Aérea de 49 años, ex piloto de bombarderos B-52, quien de niño vendió periódicos en su natal Puerto Rico y que hoy ha sido puesto por el Pentágono como jefe del proyecto.
La presentación de este Gran Desafío se ha hecho en el Museo del Automóvil en Los Ángeles. Según los organizadores, se escogió este marco por la especial relación que existe en esta ciudad entre sus habitantes y los automóviles y la existencia de importantes industrias militares en los alrededores de esta capital. El destino de Las Vegas, como símbolo del espíritu aventurero y colonizador estadounidense. Los participantes tendrán que cruzar así el desierto de Mojave. A la presentación de esta singular competición asistieron más de doscientos interesados provenientes de laboratorios de universidades, compañías que trabajan en la industria informática, militares y diferentes expertos en tecnologías de todo tipo. Para motivarlos, según comentó Negron, se pasó un vídeo de los proyectos que hoy existen y que ya el Pentágono está probando. Uno de ellos es el de un impresionante vehículo de seis ruedas que se desplaza sobre la selva, el agua, el desierto, terreno rocoso, pequeñas trincheras y mil lugares más, y que es capaz incluso de seguir su camino si da la vuelta sobre sí mismo. El problema es que hay que dirigirlo por control remoto y esto es una pega a juicio del Pentágono. Se quiere un vehículo similar si es el caso, pero que se mueva él solo entre el punto de partida y el de destino y que se abastezca de energía autónomamente si es necesario.
DARPA es una agencia del Pentágono fundada en 1958 como respuesta de un país herido en su orgullo de potencia mundial ante la puesta en órbita por la entonces Unión Soviética del satélite Sputnik 1. Del trabajo científico -con orientación militar- del DARPA han surgido inventos como el Predator (el pequeño avión sin piloto que Estados Unidos e Israel utilizan en sus campañas militares).
A pesar de la finalidad militar, los extranjeros pueden participar en el concurso, aunque deberán formar parte de un equipo que tenga como líder a un estadounidense.
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