La juez ordena el arresto domiciliario del líder de la patronal venezolana

El presidente de Fedecámaras, la principal organización empresarial de Venezuela, Carlos Fernández, quedó bajo arresto domiciliario, acusado de rebelión civil e instigación a delinquir, por decisión de la juez 49 de Control de Caracas, Gisela Hernández. La magistrada desestimó la solicitud de la fiscal, Luisa Ortega, de imputarle también los delitos de traición a la patria, agavillamiento y devastación.

La decisión fue anunciada a las dos de la madrugada de ayer, hora local (siete de la mañana en España), luego de una jornada de casi 18 horas en el Palacio de Justicia de Caracas. Fernández pasó el resto de la madrugada en la sede de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip, la policía política) y por la mañana fue trasladado a su casa en Valencia, capital del céntrico e industrial estado de Carabobo, a 150 kilómetros al oeste de Caracas. El viaje se realizó en helicóptero hasta el Aeroclub de Valencia.

"Estoy tranquilo y feliz de estar en mi casa", dijo Fernández a un canal de televisión al llegar a su residencia. "En la Disip me trataron muy bien, me respetaron todos mis derechos. Le agradezco al pueblo su solidaridad y apoyo en esta lucha por un país mejor".

Mientras tanto, el presidente Hugo Chávez dedicó un largo rato de su maratoniano programa dominical de radio y televisión a comentar el caso. "La justicia debe ser ciega, y en las últimas horas han ocurrido eventos que nos hacen ser optimistas respecto a que, de una buena vez, se acabe la impunidad", afirmó. "Quién dijo que alguien, porque tenga mucho dinero puede delinquir sin que lo metan preso. Si fuera por mí no estaría en su casa, sino tras las rejas, pero ya es positivo que el tribunal haya reconocido que hubo delito. Ese señor es un delincuente, un terrorista y está preso, aunque sea en su casa. No puede salir ni a comprar el periódico", agregó el presidente.

"Otro delincuente huyendo"

Chávez refutó las acusaciones de la oposición de haber orquestado los juicios contra el líder empresarial y el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV, la principal central sindical), Carlos Ortega, líderes de la huelga de 63 días que paralizó parcialmente el país. "Si el Poder Judicial estuviese subordinado al presidente, las cárceles estarían llenas", admitió. "Hay otro delincuente que anda huyendo. Es un prófugo de la justicia", dijo Chávez, refiriéndose a Ortega, sobre quien pesa orden de captura por los mismos delitos imputados originalmente a Fernández. Ortega ha declarado que no se presentará ante la justicia y que permanecerá en la clandestinidad.

El presidente venezolano también censuró a la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, quien el jueves expresó su preocupación por la detención de Fernández. "Por ahí salieron varios a hacer comentarios. El doctor César Gaviria [secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA] dijo unas cosas totalmente fuera de lugar. Éste es un país soberano, doctor Gaviria. Un vocero del Departamento de Estado y alguien por allá en España dijeron que estaban preocupados. Qué casualidad, los mismos que reconocieron al Gobierno usurpador de abril ahora saltaron a opinar sin documentarse", dijo.

En la casa de Fernández, el dirigente de la Confederación de Industriales, Lope Mendoza, dijo que "ganamos el primer round en esta pelea legal", y anunció que el Consejo Nacional de Fedecámaras se reunirá hoy en Caracas para decidir cuáles serán sus próximas acciones de protesta.