_
_
_
_
_
AMENAZA DE GUERRA | Las relaciones con América Latina

Círculos oficiales y de la oposición mexicana tildan de intromisión la visita del presidente

Juan Jesús Aznárez

La inesperada visita de José María Aznar causó un profundo malestar en círculos oficiales y opositores de México porque se percibió como forzada, cercana a la intromisión en los asuntos internos y dañina para unas relaciones bilaterales que hasta ahora han sido excelentes. Aznar, según las fuentes consultadas, se saltó los cauces diplomáticos habituales y aprovechó su relación personal con el presidente mexicano, Vicente Fox, para acordar una entrevista cuyo solo anuncio desató una polémica nacional. Nunca, desde la reanudación de las relaciones diplomáticas en 1977, un presidente español, y por elevación España, había sido tan objetado o atacada.

Aznar llegaba anoche a México con una misión casi imposible: tratar de convencer a Fox para sumarse a la coalición liderada por EE UU. México rechaza un ataque a Irak sin el aval de la ONU. Los partidos pidieron a Fox que no ceda, éste manifestó que no se dejaría convencer y el diario La Jornada fue feroz con Aznar. Lo declaró "persona non grata" y en una caricatura de portada fue vestido de Millán Astray, tocado con el gorro del tercio, alzando, en una pancarta, el salvaje ideario del legionario franquista: "¡Viva la muerte!".

Más información
Aznar pone a prueba los efectos de la alianza con EE UU para su política en Iberoamérica
Aznar niega haber presionado a Fox para que cambie su postura sobre la crisis de Irak

Las fuentes mexicanas consultadas subrayan que el viaje de Aznar complica todavía más las relaciones con EE UU y compromete a Fox, al haber transformado en acto público y controvertido lo que hubiera debido ser una discreta conversación entre presidentes. "Encima que tenemos que estar todos los días defendiéndonos de los gringos, ahora viene Aznar a echarles una mano", agregan. México siente a España como su socio prioritario en Europa, pero "la guerra es un asunto muy serio como para mezclar el plano institucional con el personal".

Una pinza

Durante tres días, la prensa destacó la llegada de Aznar y los comentaristas adivinaron una pinza con EE UU. Un grupo de manifestantes protestó ante la Embajada de España y políticos e intelectuales, algunos condecorados por España, lo hicieron en otras tribunas. "Por favor, señor Aznar, no venga a México a inducirnos a quebrantar una tradición que ha honrado nuestra vida diplomática", escribió el historiador Miguel León Portilla, a quien el príncipe Felipe concedió en 2001 el Premio Bartolomé de las Casas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La posición de México no es fácil porque comparte 3.200 kilómetros de frontera con EE UU, en cuyos mercados coloca cerca del 90% de sus exportaciones, y reclama un acuerdo migratorio que facilite la progresiva legalización de 3,5 millones de indocumentados. Buena parte de la sociedad es marcadamente antinorteamericana.

"Inoportuna visita del procónsul", tituló ayer Enrique del Val Banco su comentario en El Universal. "Sólo a quienes desconocen la historia y no saben que México dejó de ser colonia hace ya bastantes siglos, se les ocurre que pueden mandar a convencer".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_