700 personas exigen en las calles de Huelva la aplicación del plan minero

Los mineros que están encerrados en la catedral de Huelva desde el pasado 3 de febrero recibieron la tarde de ayer el apoyo de sus mujeres y de algunos alcaldes de la comarca. Unas 700 personas, según los organizadores, se concentraron ante la catedral y posteriormente se dirigieron hacia la sede de la Subdelegación del Gobierno en Huelva para reclamar la ejecución del plan de la minería.

El Foro de la Minería Metálica de Andalucía acordó en septiembre de 2002 un plan para los 1.200 trabajadores afectados por la crisis del sector en la provincia onubense. Las medidas previstas incluyen un censo de mineros que se jubilarán o que serán recolocados.

"Vengo desde Calañas. Mi esposo y mi hijo son mineros. Tengo otra hija, de 17 años, que está estudiando. No sé si podrá seguir con los estudios. La situación en mi casa no es la mejor de las que hemos pasado a lo largo de la vida", afirmó Elvira, la esposa de uno de los afectados. Elvira, junto a otras mujeres del pueblo, acudió en autobús a Huelva con un espíritu decididamente reivindicativo: "Ya va siendo hora de que el Gobierno obre en consecuencia y concluya con esta situación de incertidumbre. Hago un llamamiento a los vecinos de todas las comarcas mineras de Huelva para que se movilicen, porque este problema no es de unos pocos: Nos afecta a todos. Toda la gente de la Cuenca Minera debería estar aquí, luchando por nuestro futuro y, lo más importante, por el de nuestros hijos". Antonia, de 49 años, indicó que ella misma ha trabajado durante 12 años en el yacimiento de Minas Concepción. "Aquí estamos, esperando a ver si hay alguna solución para nosotros", dijo.

La movilización se desarrolló en un ambiente apagado, triste. Los mineros aguardan con expectación, pero con desconfianza, la reunión prevista para hoy miércoles entre el subdelegado del Gobierno en Huelva, Carmelo San Martín, y los representantes sindicales. Luciano Gómez, portavoz de UGT, afirmó: "No sabemos nada concreto de lo que la Administración central está haciendo, si es que está haciendo algo, pero vamos a mantener un margen de confianza. Esperamos que los acontecimientos no ratifiquen nuestros temores".

El alcalde de La Zarza, el socialista Carlos Díaz, indicó que su localidad ha pasado de 7.000 habitantes, hace años, cuando la Compañía Española de Minas de Tharsis era aún un negocio rentable, a 1.200 en la actualidad, la mayoría en el paro. "Los ánimos están crispados entre los vecinos de La Zarza, como ocurre en las localidades del entorno. A un año vista del inicio de las movilizaciones de los mineros, no hay nada concreto sobre la mesa. Nosotros seguiremos con la lucha. Además, estaremos pendientes para comprobar si los políticos van a consentir que esa zona se despueble o van a trabajar porque tenga un futuro".