Arafat cede a las presiones externas y acepta nombrar un primer ministro

El presidente palestino, Yasir Arafat, cedió por fin a las presiones internacionales y aceptó ayer designar un primer ministro. Aunque se desconoce el nombre del nuevo jefe de Gobierno, se aseguraba ayer en círculos diplomáticos que el cargo podría recaer sobre el ministro de Finanzas, Salam Fayyad, de 54 años, un tecnócrata, ex funcionario del FMI, con fama de honesto y que cuenta con el visto bueno de Estados Unidos.

El ministro de Finanzas y principal candidato al nuevo puesto no milita en ningún partido y ha hecho de la lucha contra la corrupción y la transparencia uno de sus principales objetivos.

Arafat anunció ayer el futuro nombramiento en el transcurso de una conferencia de prensa celebrada en su cuartel general de Ramala, en la que se encontraban presentes además representantes del cuarteto -Rusia, Estados Unidos, Unión Europea y la ONU-, que en los últimos meses habían estado presionando al líder palestino para que diera este paso y se comprometiera así en el proceso de reformas democráticas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Esta medida facilitaría a continuación la reapertura de las negociaciones de paz con Israel.

El presidente palestino aseguró ayer que antes de la designación del nuevo primer ministro deberá reunir a su Gobierno y al Parlamento para debatir y modificar las leyes básicas de la ANP, incluyendo en ellas la figura de un jefe de Gobierno, hasta ahora un cargo inexistente. Aunque no señaló fechas ni estableció calendario, en medios presidenciales se asegura que el nuevo nombramiento podría llevarse a término en pocas semanas.

Arafat, que meses atrás se había negado categóricamente al nombramiento de un jefe de Gobierno, tal y como le solicitaban los sectores críticos del Parlamento y la comunidad internacional, podría verse desplazado en la cúpula del poder para ocupar un puesto honorario y simbólico, como en reiteradas ocasiones han planteado Israel y EE UU.

Proceso de reformas

Ésta es la segunda concesión importante que hace Arafat en el proceso de reformas democráticas dentro de su Administración, ya que hace aproximadamente un año aceptó nombrar un ministro del Interior, un cargo que venía ejerciendo el propio presidente, desde que en 1994 se inició el proceso autonómico y se puso en pie el Gobierno palestino.

Aunque en medios políticos palestinos se da como prácticamente seguro el nombramiento de Salam Fayyad como primer ministro, no se descartan otras candidaturas, como las de Abú Alá, un fiel de Arafat que actualmente es presidente del Parlamento, o la de Abú Mazen, el número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Fayyad es, sin embargo, el candidato favorito ya que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y de Israel, que lo consideran como un político honesto y con "las manos limpias", por haber permanecido al margen de los clanes políticos implicados en la Intifada.

El anuncio de Arafat se ha llevado a cabo en vísperas de una reunión cumbre trascendental que los representantes del cuarteto celebrarán en Londres y en la que se examinará la situación del conflicto israelopalestino y la aplicación del Mapa de rutas, un proceso de pacificación concebido por Jordania y diseñado en su última fase por Estados Unidos, que deberá desembocar en la proclamación del Estado de Palestina en el año 2005.

El ex ministro de Asuntos Exteriores israelí, Simón Peres, acogió ayer de manera favorable el anuncio de Arafat y aseguró que se trataba de "un paso en la correcta dirección", aunque aseguró que la ANP debía además controlar las milicias armadas para entrar así en "un proceso de diálogo constructivo" con Israel.