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AMENAZA DE GUERRA | El papel de Francia

Los países árabes creen que el ataque es inevitable y temen sus consecuencias en Oriente Próximo

En El Cairo, la gran metrópoli y la capital política y cultural del mundo árabe, el sentimiento dominante ayer era que la guerra de Estados Unidos contra Irak es inevitable y, aunque sea corta y termine con el derrocamiento de Sadam Husein, sus consecuencias a medio y largo plazo serán desastrosas tanto para Oriente Próximo como para el mundo occidental.

El Gobierno de Hosni Mubarak y la Liga Árabe, que tiene su sede en la capital egipcia, temen que, entre esas consecuencias, figuren el debilitamiento de los regímenes árabes más proocidentales como los de Riad o El Cairo, un nuevo incremento de los sentimientos populares antinorteamericanos, un fortalecimiento de los movimientos islamistas y la posibilidad de nuevos 11-S. Así que, entre la resignación ante una guerra que consideran decidida por EE UU y el miedo a sus frutos negativos, los líderes árabes aceleraron ayer sus preparativos para la explosión.

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El informe de Blix divide aún más a la ONU

Mubarak pidió a la Liga Árabe la convocatoria de una cumbre extraordinaria a celebrar en Egipto el próximo día 22. Mañana, los ministros de Exteriores de los 22 Estados miembros de esta organización se reunirán en El Cairo para discutir esta convocatoria. El mínimo común denominador con el que llegan a esta cita con la historia es la consideración de que Irak no representa ahora un peligro grave e inmediato para sus vecinos; la oposición, que saben inútil, a un ataque unilateral norteamericano y el deseo de dar más tiempo y medios a los inspectores de Naciones Unidas. Pero, como señalaron hace unos días a Mubarak, los líderes árabes saben que Washington atacará, si es preciso sin una nueva resolución de la ONU y en contra de gran parte de la opinión pública internacional.

Los árabes intentan obtener al menos unas cuantas garantías de Washington. Entre ellas, el compromiso del mantenimiento de la unidad territorial de Irak y el de una resurrección del proceso de paz en Oriente Próximo que concluya con un Estado palestino viable.

La cumbre de la Liga Árabe también subrayará, según las fuentes consultadas, que si el motivo pretextado para la invasión norteamericana de Irak son las armas de destrucción masiva, Israel las posee y en cantidad, incluidas las nucleares.

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Contra la "cruzada"

Los líderes árabes sufren estos días críticas muy duras en las calles, las universidades, las mezquitas y los medios de comunicación independientes por su pasividad ante lo que mucha gente llama "cruzada" norteamericana contra Irak. Estos líderes, que temen tanto estallidos espontáneos y violentos de ira popular como intervenciones norteamericanas en sus países, parecen haber comprendido con la convocatoria de la cumbre extraordinaria de la Liga Árabe que deben demostrar que han hecho algo para intentar detener la guerra, aunque sea sin éxito.

La reunión del Consejo de Seguridad de la ONU fue ayer seguida en directo por millones de egipcios a través de la cadena de televisión Al Yazira, el principal instrumento de unidad que tiene hoy el mundo árabe.

Los espectadores egipcios pusieron el acento en que el jefe de los inspectores de Naciones Unidas, el sueco Hans Blix, informó de que los inspectores no han encontrado armas prohibidas y de que la cooperación iraquí se ha incrementado. Pero se declararon conscientes de que Estados Unidos subrayaría los aspectos más críticos con Irak del informe para intentar justificar un inmediato y devastador ataque contra Irak.

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