_
_
_
_

El edificio de Tabacalera albergará en San Sebastián un centro internacional de fotografía

La Fundación Ordóñez-Falcón, encargada de la gestión, cederá sus fondos en depósito

Maribel Marín Yarza

El proyecto del Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián, que se ubicará en el actual edificio de Tabacalera, tiene aún muchos flecos pendientes de definición, pero cuenta ya con una base sobre la que desarrollarse: la fotografía. Sus impulsores -Gobierno vasco, Diputación de Guipúzcoa y Ayuntamiento de San Sebastián- rubricaron ayer junto a la Fundación Ordóñez-Falcón su compromiso de crear un centro internacional de fotografía en este marco. Esta institución cederá sus fondos en depósito y se encargará de la gestión del centro.

El contrato firmado ayer es el resultado de tres años de negociaciones. "No ha habido dificultades en cuanto al objetivo", explicó Enrique Ordóñez, quien hoy recibirá en ARCO junto a su esposa el Premio Nacional de Coleccionismo. "El debate ha estado en cómo enriquecerlo". La Fundación Ordóñez-Falcón, propietaria de una de las colecciones españolas de fotografía más importantes, cederá todos sus fondos en depósito al centro y se encargará de su gestión, por el momento con 240.000 euros anuales.

Su propósito va mucho más allá de mostrar en exposiciones permanentes y temporales las más de 1.000 fotografías que el matrimonio ha reunido a lo largo de veinte años o de exhibir el trabajo de artistas internacionales. La fundación organizará cursos, talleres y conferencias, promoverá proyectos con fotógrafos de primera fila, establecerá acuerdos de intercambio con museos de todo el mundo, y continuará enriqueciendo su colección en su afán por convertir el centro en referente indiscutible de la fotografía.

"No existe en Europa un centro como éste", aseguró ayer Ordóñez. "La fotografía está presente en todos los museos, pero no con esta importancia", señaló. "Ni siquiera el emblemático Centro Nacional de Fotografía de París tiene una colección propia como ésta".

La pasión de este matrimonio, que apostó por la fotografía cuando apenas nadie creía en ella como objeto de coleccionismo, se plasma en sus fondos, que han tenido más de un pretendiente. Con ellos puede revisarse por completo la historia de la fotografía, a través de sus representantes más destacados. Desde Henry Fox Talbot, la imagen más antigua de la colección, hasta la actualidad representada por Helena Almeida, Andreas Gursky o Nan Goldin, entre otros, sin olvidar algunos de los más grandes: Richard Avedon, Henri Cartier-Bresson, Hans Bellmer, Man Ray o Andy Warhol.

"Muchas ciudades han deseado tener esta colección", dijo Enrique Ordóñez. "Y nos hemos decidido por San Sebastián, porque esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto de Tabacalera, uno de los más atractivos que hay en marcha en Europa y que conjuga todas las artes". San Sebastián se llevará así el arte del que han estado disfrutando otros. Los fondos de la colección se encuentran por el momento depositados en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) y el Artium de Vitoria. ¿Cómo han reaccionado? "Ellos ya sabían que mi gran objetivo era crear un centro. Además seguiremos colaborando", responde.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El impulso definitivo de las negociaciones para constituir este centro de fotografía se dio a finales de 2000, tras comprobar el éxito de Una pasión compartida, la exposición que la sala-Kubo de Kutxa dedicó en San Sebastián a la colección del matrimonio. Más de 40.000 personas acudieron a este espacio expositivo durante tres meses y "demostraron el atractivo" que tiene la fotografía. "Si extrapolas los datos concluyes que el centro podría tener entre 180.000 y 200.000 visitantes al año, con lo que supone eso para una ciudad como San Sebastián", explicó Ordóñez.

Esta iniciativa se enmarca dentro de un ambicioso proyecto, el de Tabacalera, basado en una oferta ligada a la imagen y la cultura contemporánea. "Su futuro está todavía diseñándose", explicó el alcalde donostiarra, Odón Elorza, quien compareció junto al diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe y la consejera de Cultura, Miren Azkarate. El especialista en arte contemporáneo Bartolomeu Marí se encarga desde hace meses de esta tarea. Pero antes de plasmar su idea será necesario que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con Altadis para hacerse con la propiedad del edificio. "Si finalmente no se avanza por la vía de la negociación", señaló el primer edil, se recurrirá a otras como "la expropiación".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_