La presidencia de la UE plantea una "salida pacífica" a la crisis

Con escasas esperanzas de superar el grave cisma que sufre Europa por la crisis de Irak, los 15 líderes de la UE han confirmado ya su asistencia a la cumbre convocada para el lunes en Bruselas. Grecia, que este semestre preside la Unión, anunció ayer su intención de presentar ese día un texto en el que se apoye "una salida pacífica", una opción que EE UU y sus más fieles aliados europeos consideran tardía.

Los países europeos que hoy se oponen a la guerra "están recibiendo una presión monstruosa" desde Washington, afirmó el portavoz de uno de ellos en Bruselas.

El primer ministro griego, Costas Simitis, ha asegurado que, tras haber hablado por teléfono con el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, existe "un rayo de esperanza" porque parece que Sadam "empieza a entender el mensaje". Grecia no redactará su propuesta para los Quince hasta escuchar el informe que Blix presentará el día 14 en Naciones Unidas, pero un portavoz del Ejecutivo griego avanzó ayer que "existe una forma pacífica de solucionar el contencioso" y que "la guerra no es el único camino".

"Costa Simitis convoca el Consejo Europeo a una cumbre para el lunes por la tarde en Bruselas, a la vista de la presentación del informe de Blix ante la ONU el viernes 14 de febrero", reza el breve texto oficial difundido ayer por Grecia. "La reunión", agrega, "tiene como objeto evaluar la situación en el marco de la resolución 1.441 y la posición común de la UE de 27 de enero sobre Irak, así como el progreso del proceso de paz en Oriente Próximo".

Pese a las notables diferencias, Grecia busca "una solución de compromiso", pero, consciente de las dificultades, advierte que los líderes tendrán que exponer sus opiniones y "serán juzgados" por ello. Los jefes de Estado y de Gobierno debatirán sus puntos de vista durante una cena. Antes, por la mañana, sus ministros de Exteriores intentarán pactar un texto válido para todos. El riesgo de que la cita sea un fracaso y ahonde aún más la división en la UE planea en todas las capitales europeas, hasta el punto de que Londres, por ejemplo, puso objeciones a la convocatoria.

París, según un diplomático francés en Bruselas, ve "un alto riesgo de fracaso" porque "es muy difícil" avanzar más allá de la declaración que los ministros firmaron en Bruselas el día 27, cuando apostaron por intensificar las inspecciones, reafirmar el papel del Consejo de Seguridad y exigir el desarme de Sadam. La división en Europa se agravó sólo tres días después, cuando el Club de los Ocho (Reino Unido, España, Italia, Portugal, Dinamarca, Polonia, República Checa y Hungría) difundió una carta abierta a favor de las posturas de Washington, y la herida aún fue más profunda cuando la semana pasada el Grupo de Vilnius (diez países de Europa del Este y de los Balcanes) se declararon listos a sumarse a una coalición internacional contra Irak.