La Generalitat desafía al Gobierno central y abrirá en Quito una tercera oficina para inmigrantes

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, anunció ayer la apertura de la tercera oficina de inmigración en el extranjero, concretamente en la capital de Ecuador, Quito, un día después de que el Gobierno central rechazara toda colaboración en este tema con la Administración catalana.

Con motivo de la inauguración de la primera oficina, el pasado noviembre en Varsovia, la Generalitat remitió a la Secretaría de Estado para la Inmigración un borrador de convenio con el objetivo de evitar futuros conflictos e invasión de competencias entre ambas administraciones.

En su carta de respuesta, el Gobierno del PP sostiene que sus competencias sobre inmigración son "irrenunciables" y limita la labor catalana a apoyar a los empresarios que desean contratar mano de obra en origen.

Pujol reconoció ayer, durante su intervención en la Escuela de Invierno de Convergència Democràtica, que las restricciones que impone el Ejecutivo central pueden provocar "el ahogamiento" de la oficina de Varsovia, la única que funciona hasta el momento.

El próximo mes de marzo, el conseller en cap, Artur Mas, inaugurará la de Casablanca, capital económica de Marruecos, que estará ubicada en la Casa de Cataluña, una especie de embajada en el reino alauí. Al frente de la representación catalana estará el ex líder del Partit per la Independència y ex secretario general de Esquerra Republicana, Àngel Colom.

La implantación de esta oficina en Marruecos ha despertado los recelos del Ministerio de Exteriores, sobre todo en un momento en que las relaciones diplomáticas, a pesar del pleno intercambio de embajadores, no pasan por su mejor momento.

Aunque la intención inicial del Gobierno catalán era que estas oficinas pudieran contratar a inmigrantes en origen, al final se han convertido en simples ventanillas de información para los extranjeros que quieren trabajar en Cataluña. A los inmigrantes se les informa sobre la realidad política, social y laboral catalana e incluso, en el futuro, la Generalitat pretende que se puedan ofrecer clases de catalán.

Ayer, en la clausura de la Escuela de Invierno, Pujol justificó la implantación de estas oficinas porque Cataluña registra "mayor inmigración que nadie y más diferente que ninguna", lo cual puede llegar a amenazar, dijo, la "cohesión social e identitaria del país". Por este motivo, añadió, el Gobierno catalán necesita "instrumentos" como estas delegaciones de Trabajo en el extranjero para así poder regular la mano de obra que llega a Cataluña.

Pujol comparó la situación de Cataluña con la de Madrid, en donde, aseguró, los inmigrantes proceden la mayoría de América Latina, un colectivo que, en su opinión, no supone un problema "grave" para la identidad. En contraste, agregó, los inmigrantes que recibe Cataluña son "en gran número" magrebíes, subsaharianos, paquistaníes y del este de Europa que "pueden enturbiar la cohesión de la sociedad catalana".